Tenis nacional tiene futuro
Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Sábado 06 octubre, 2012
Tenis nacional tiene futuro
Matias Polonsky hace un repaso de lo que encontró en Costa Rica a cuatro años de su partida
Por sus manos han pasado grandes figuras del tenis mundial, iniciando por Mardy Fish y Nadia Petrova, entre otros. Conoce Costa Rica muy bien, vivió aquí y regresó para dar clínicas por una semana.
Se trata de Matias Polonsky, quien fue director del Costa Rica Tennis Club entre 2006 y 2008, y ahora está a cargo de la implementación de este deporte en Miami, aparte de ser entrenador personal de varias figuras en formación.
La austriaca Tamira Paszek, número 36 de la WTA, y Jennifer Capriati también han pasado por las manos de este maestro en la enseñanza, quien, gracias a la invitación del Tennis Club, vino a refrescar conocimientos de los profesores y a darles clínicas a jugadores.
Polonsky fue el coach del equipo Junior de Estados Unidos en la Copa Davis, por lo que su experiencia y enseñanzas fueron muy provechosas para quienes pudieron asistir a sus charlas.
Hace dos semanas estuvo con sus jugadoras en Corea del Sur, luego pasó a Costa Rica y ahora está en Miami, donde tiene tres jugadoras que están a nivel junior entre las primeras 800 y una chica entre las primeras 200 de la WTA, según comentó.
En su regreso a Costa Rica cuenta que se encontró un Tennis Club muy diferente, con muy buenos cambios, y a nivel nacional siente al deporte blanco mejor que nunca, con un nivel increíble.
“En 2006 pensaba que en cinco años podría crear un campeón, eso es posible. Todo ese grupo de chicos que trabajamos en 2006-2008 llegó a la Copa Federación, Copa Davis y están en universidades de Estados Unidos. Hay que traer más gente que venga a formar a los instructores de este país, porque son muy empíricos, entonces no hay un sistema para formar”, recalcó el argentino.
Sobre ese tema fue contundente al apuntar que si los entrenadores se forman y comienzan a escribir cómo desarrollar a los pequeños se va a mejorar y los resultados se verán en el futuro.
Eso sí, dijo que al igual que hace cuatro años, se mantiene la falta de unidad entre los instructores, quienes compiten todos contra todos en lugar de sumar por un objetivo en común.
Lamentó que al igual que cuando trabajó en Costa Rica, justo después de haber entrenado a Capriati, Navratilova, los hermanos Bryan y haber sido coach nacional por 15 años de Estados Unidos, en ningún momento lo llamaron de la Federación Costarricense de Tenis para preguntar qué es lo que se debía hacer.
“Ahora vine una semana. Noté que aquí hay talento, si quieren hacer algo pueden hacer todo, pero no se me acercó nadie, puede ser porque aquí hay mucha competencia, un nivel de envidia muy grande y eso hace que no tengan el deporte donde tiene que estar. El tenis de Costa Rica tiene futuro”, amplió Matias Polonsky.
Aunque define a figuras como Rafael Nadal y Roger Federer como de otro planeta, apunta que llegaron a donde están partiendo como cualquier niño, eso sí, se lo creyeron.
“Si el profesor no los ve como campeones nadie los ve, si no los forman bien tampoco y los padres ven un límite, que es que lleguen a las universidades, entonces ese ya es el techo”, dijo el instructor.
Mientras valora cuándo regresar a Costa Rica, está a cargo de un proyecto en la ciudad de Sweet Water, Miami, donde quiere tener 30 parques con profesores que él entrena para desarrollar programas para las escuelas y promocionar el tenis.
Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net
Matias Polonsky hace un repaso de lo que encontró en Costa Rica a cuatro años de su partida
Se trata de Matias Polonsky, quien fue director del Costa Rica Tennis Club entre 2006 y 2008, y ahora está a cargo de la implementación de este deporte en Miami, aparte de ser entrenador personal de varias figuras en formación.
La austriaca Tamira Paszek, número 36 de la WTA, y Jennifer Capriati también han pasado por las manos de este maestro en la enseñanza, quien, gracias a la invitación del Tennis Club, vino a refrescar conocimientos de los profesores y a darles clínicas a jugadores.
Polonsky fue el coach del equipo Junior de Estados Unidos en la Copa Davis, por lo que su experiencia y enseñanzas fueron muy provechosas para quienes pudieron asistir a sus charlas.
Hace dos semanas estuvo con sus jugadoras en Corea del Sur, luego pasó a Costa Rica y ahora está en Miami, donde tiene tres jugadoras que están a nivel junior entre las primeras 800 y una chica entre las primeras 200 de la WTA, según comentó.
En su regreso a Costa Rica cuenta que se encontró un Tennis Club muy diferente, con muy buenos cambios, y a nivel nacional siente al deporte blanco mejor que nunca, con un nivel increíble.
“En 2006 pensaba que en cinco años podría crear un campeón, eso es posible. Todo ese grupo de chicos que trabajamos en 2006-2008 llegó a la Copa Federación, Copa Davis y están en universidades de Estados Unidos. Hay que traer más gente que venga a formar a los instructores de este país, porque son muy empíricos, entonces no hay un sistema para formar”, recalcó el argentino.
Sobre ese tema fue contundente al apuntar que si los entrenadores se forman y comienzan a escribir cómo desarrollar a los pequeños se va a mejorar y los resultados se verán en el futuro.
Eso sí, dijo que al igual que hace cuatro años, se mantiene la falta de unidad entre los instructores, quienes compiten todos contra todos en lugar de sumar por un objetivo en común.
Lamentó que al igual que cuando trabajó en Costa Rica, justo después de haber entrenado a Capriati, Navratilova, los hermanos Bryan y haber sido coach nacional por 15 años de Estados Unidos, en ningún momento lo llamaron de la Federación Costarricense de Tenis para preguntar qué es lo que se debía hacer.
“Ahora vine una semana. Noté que aquí hay talento, si quieren hacer algo pueden hacer todo, pero no se me acercó nadie, puede ser porque aquí hay mucha competencia, un nivel de envidia muy grande y eso hace que no tengan el deporte donde tiene que estar. El tenis de Costa Rica tiene futuro”, amplió Matias Polonsky.
Aunque define a figuras como Rafael Nadal y Roger Federer como de otro planeta, apunta que llegaron a donde están partiendo como cualquier niño, eso sí, se lo creyeron.
“Si el profesor no los ve como campeones nadie los ve, si no los forman bien tampoco y los padres ven un límite, que es que lleguen a las universidades, entonces ese ya es el techo”, dijo el instructor.
Mientras valora cuándo regresar a Costa Rica, está a cargo de un proyecto en la ciudad de Sweet Water, Miami, donde quiere tener 30 parques con profesores que él entrena para desarrollar programas para las escuelas y promocionar el tenis.
Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net