Ticos Pluriculturales
Candilejas candilejas.cultura@gmail.com | Viernes 05 octubre, 2018
Te Deum laudamus, “te alabamos Dios”, dijeron en latín los españoles hincados la madrugada del 12 de octubre de 1492. Fue al amanecer de ese día cuando un grito estremeció madera y clavos de la barca repleta de europeos hambrientos y enfermos: ¡¡Tierra!! Era el avistamiento del “Nuevo Mundo”, hecho por el marinero Rodrigo de Triana.
Irracionalmente embriagados por una algarabía de felicidad, besan a Cristóbal Colón, lo idolatran, lo convierten en un dios. Era Guanahani, su “tierra prometida”; una isla entre la Florida y Cuba.
Da inicio la “aculturación”, proceso en el cual se adquiere una nueva cultura (o aspectos de esta), generalmente de forma involuntaria y en la que intervienen diferentes niveles de destrucción, dominación, resistencia, y adaptación de la cultura nativa tras el contacto cultural externo. De ahí que países como Venezuela y Nicaragua declararan ese día como el de la “Resistencia Indígena”.
De esa conquista surgió un continente mestizo, producto de una múltiple hibridación. Por eso, la Ley 7426 de 1994 determina que “los valores indígenas, europeos, africanos y asiáticos presentes en la idiosincrasia costarricense se exaltarán en los actos conmemorativos del Día de las Culturas”.
Uno de los mitos más consolidados de la mentalidad popular costarricense ha sido la “blancura” de los ticos. Sin embargo, el origen primigenio de nuestro pueblo se remonta a tres raíces básicas: la indígena, la africana y la española.
El origen genético del costarricense se halla, por una parte, fuera de su territorio, en las relaciones que produjeron los primeros mestizos de América Central. Para la comprensión del proceso de mestizaje resulta básico la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVII, porque las mezclas entre españoles, indígenas y africanos se intensificaron dando identidad y cultura “tridimensionada” a los ticos.
El cuarto y último viaje de Colón sucede casi diez años después del primero, y es el más importante para los costarricenses: lo trajo a Limón.
Colón llegó a la costa Caribe de Costa Rica el 18 de setiembre de 1502 anclando en Cariay, hoy Puerto Limón. Visitó la isla que los nativos llamaban Quiribrí y la bautizó con el nombre de La Huerta, porque según fray Bartolomé de Las Casas parecía “un vergel deleitable, los naturales andaban vestidos y con águilas de oro al cuello”; hoy es isla Uvita.
La gran mayoría de los costarricenses somos descendientes tanto de encomenderos como de indios, de amos como de esclavos; de conquistadores como de conquistados. Por lo que el carácter áfrico caribeño en nuestra identidad cultural y genética debe hacernos reflexionar en África como “madre patria” también.
El Día de las Culturas debe ser motivo para una actitud de tolerancia y respeto entre todos los grupos raciales que día con día le dan forma a esta pluricultural Nación.
Carmen Juncos
Editora jefa y Directora de proyectos