Todos pagaremos atraso en concesión
Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Sábado 04 febrero, 2012
Reparación urgente en vía a San Ramón se hace con fondos públicos
Todos pagaremos atraso en concesión
Trabajos en rutas General Cañas y Bernardo Soto cuestan $21 millones
Los daños que sufrió la vía a San Ramón en los siete años que se tiene esperando a que una empresa privada haga las reparaciones necesarias, terminaremos pagándolos todos los ciudadanos.
Para evitar que la principal carretera se caiga a pedazos, se le están invirtiendo poco más de $21 millones en labores de mantenimiento, financiados con los impuestos que pagan los conductores por el derecho de circulación y sobre los combustibles.
Con los trabajos que se realizan en la ruta se le pretende devolver al menos cuatro años más de vida, para restituirle el confort mientras se resuelven las trabas que han impedido el inicio de labores de ampliación.
Con un tránsito promedio de 90 mil vehículos al día, la carretera a San Ramón es la más importante del país. En su recorrido vive más de medio millón de personas; además, cuenta con una alta presencia de industrias, zonas francas y el aeropuerto Juan Santamaría.
Pese a la importancia de esa ruta, no se le dio el mantenimiento necesario en los últimos años, debido a que se esperaba que esa labor la asumiera la empresa Autopistas del Valle, a la cual se le otorgó en 2005 una concesión para que le aumentara la capacidad y la convirtiera en una verdadera autopista.
Sin embargo, la compañía no ha podido iniciar los trabajos debido, en un principio, al atraso por parte del Estado en la expropiación de los terrenos que se necesitaban para llevar a cabo la ampliación vial y, luego, por problemas de la empresa en conseguir el financiamiento.
Durante los siete años que han transcurrido desde que se adjudicó la obra, la carretera ha sufrido un grave deterioro estructural que provocó la aparición de huecos en varios trayectos, principalmente en el que va del aeropuerto hacia el cruce de Manolos.
Para corregir los daños se está reparando la base y colocando una capa de 12 centímetros de asfalto entre el Juan Santamaría y Manolos, además se amplía la capacidad de los carriles y se están habilitando los espaldones que habían sido eliminados en 2003.
Por su parte, entre la Sabana y el aeropuerto se realiza un recarpeteo, comunicó María Lorena López, viceministra de Infraestructura.
Los trabajos de reparación fueron ordenados por el ministro de Transportes, Francisco Jiménez, al concluir que los usuarios no pueden seguir esperando la concesión y debemos darles un servicio mejorado, reconoció la funcionaria.
Como adelantó LA REPUBLICA en la edición de ayer, los directivos del Consejo Nacional de Concesiones le dieron un ultimátum de 15 días a Autopistas del Valle para que resuelva las trabas que impiden iniciar la ampliación de la vía a San Ramón.
La salida a la que apuesta la compañía es cederle el proyecto a la empresa brasileña OAS para que esta asuma el financiamiento, las mejoras y la operación de la ruta por 25 años.
El plan de concesión contempla una inversión por el orden de los $500 millones. El proyecto busca ampliar la vía a ocho y seis carriles en los tramos principales, la construcción de pasos a desnivel en las intersecciones más importantes y de una radial que conecta con la carretera a Caldera.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
Todos pagaremos atraso en concesión
Trabajos en rutas General Cañas y Bernardo Soto cuestan $21 millones
Para evitar que la principal carretera se caiga a pedazos, se le están invirtiendo poco más de $21 millones en labores de mantenimiento, financiados con los impuestos que pagan los conductores por el derecho de circulación y sobre los combustibles.
Con los trabajos que se realizan en la ruta se le pretende devolver al menos cuatro años más de vida, para restituirle el confort mientras se resuelven las trabas que han impedido el inicio de labores de ampliación.
Con un tránsito promedio de 90 mil vehículos al día, la carretera a San Ramón es la más importante del país. En su recorrido vive más de medio millón de personas; además, cuenta con una alta presencia de industrias, zonas francas y el aeropuerto Juan Santamaría.
Pese a la importancia de esa ruta, no se le dio el mantenimiento necesario en los últimos años, debido a que se esperaba que esa labor la asumiera la empresa Autopistas del Valle, a la cual se le otorgó en 2005 una concesión para que le aumentara la capacidad y la convirtiera en una verdadera autopista.
Sin embargo, la compañía no ha podido iniciar los trabajos debido, en un principio, al atraso por parte del Estado en la expropiación de los terrenos que se necesitaban para llevar a cabo la ampliación vial y, luego, por problemas de la empresa en conseguir el financiamiento.
Durante los siete años que han transcurrido desde que se adjudicó la obra, la carretera ha sufrido un grave deterioro estructural que provocó la aparición de huecos en varios trayectos, principalmente en el que va del aeropuerto hacia el cruce de Manolos.
Para corregir los daños se está reparando la base y colocando una capa de 12 centímetros de asfalto entre el Juan Santamaría y Manolos, además se amplía la capacidad de los carriles y se están habilitando los espaldones que habían sido eliminados en 2003.
Por su parte, entre la Sabana y el aeropuerto se realiza un recarpeteo, comunicó María Lorena López, viceministra de Infraestructura.
Los trabajos de reparación fueron ordenados por el ministro de Transportes, Francisco Jiménez, al concluir que los usuarios no pueden seguir esperando la concesión y debemos darles un servicio mejorado, reconoció la funcionaria.
Como adelantó LA REPUBLICA en la edición de ayer, los directivos del Consejo Nacional de Concesiones le dieron un ultimátum de 15 días a Autopistas del Valle para que resuelva las trabas que impiden iniciar la ampliación de la vía a San Ramón.
La salida a la que apuesta la compañía es cederle el proyecto a la empresa brasileña OAS para que esta asuma el financiamiento, las mejoras y la operación de la ruta por 25 años.
El plan de concesión contempla una inversión por el orden de los $500 millones. El proyecto busca ampliar la vía a ocho y seis carriles en los tramos principales, la construcción de pasos a desnivel en las intersecciones más importantes y de una radial que conecta con la carretera a Caldera.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net