Un buen golpe bastó
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Viernes 01 marzo, 2013
Un buen golpe bastó
El reinado de Hanna Gabriels terminó horizontal sobre la lona, y Oxandia Castillo cumplió lo que prometió
Cuando en el segundo round la dominicana Oxandia Castillo pegó al lado izquierdo de la cara de Hanna Gabriels, todos supieron que la tica se había resentido, pero nadie imaginó que unos segundos después la derecha de Oxandia entraría directa al rostro de Gabriels, decretándole el “buenas noches, Hanna, felices sueños”.
Así terminó el reinado, anoche en el Ricardo Saprissa, de Hanna Gabriels en las 154 libras de la Asociación Mundial de Boxeo, y aunque la tica se levantó por orgullo, su mente ya no controlaba su cuerpo y el árbitro José Rivera terminó el combate.
Ninguno de los que estaban en el estadio, o viendo la pelea por televisión, se imaginó un desenlace tal; en el primer asalto la tica había logrado controlar a una Oxandia, que si bien tomó la iniciativa lo hizo más con ímpetu que con boxeo y hasta tomó riesgos descuidando su defensa.
Castillo trataba de martillar con su izquierda, mientras Gabriels buscaba una oportunidad para meter su derecha y trataba de rehuir el amarre. La pelea parecía interesante, nos acomodamos para un buen combate, pero entonces...
En el segundo round, Oxandia siempre mostró lo que más trajo a Costa Rica, hambre de ser campeona, mientras, Hanna buscó el combate, no midió peligro, a diferencia de otras peleas en que la tica bailó un poco antes de fajarse con sus rivales, ella entró al intercambio de golpes, se puso al alcance de los puños de su rival, sin saber que estaba jugando con fuego y sin haberla medido un poco más, fue por lana y salió trasquilada.
La sorpresa fue mayúscula para los ticos, porque fue una escena inédita ver a su campeona viajar a la lona, de esa forma, y pasaron varios minutos para que la gente asimilara lo que había sucedido.
Ahora a Gabriels le tocará replantear su carrera, creerse, como dijo sobre el ring, que fue un golpe de suerte, o es más bien suerte que un golpe así no le haya causado más daño y que a sus 30 años el tiempo le esté enviando un mensaje.
En la pelea anterior, Bryan “Tiquito” Vásquez no tuvo mayores problemas para deshacerse en el primer round del dominicano Luis Ernesto José, a quien despidió por la vía del sueño en el mismo primer round.
Por la experiencia del dominicano, de 37 años de edad y quien fue subcampeón panamericano en Mar del Plata, 1995, mayor altura y alcance que el costarricense, se presagiaba un encuentro interesante; sin embargo José lo único que demostró es que ya el boxeo no es lo suyo y que vino a nuestro país a raspar la olla de su carrera. Mientras para el “Tiquito” fue un buen reinicio luego de su derrota en la pelea por el título mundial, ante el japonés Takashi Uchiyama.
Luis Rojas
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