Una buena opción para clase media
Una buena opción para clase media
Desde la creación del bono familiar de vivienda en 1986, hasta julio del presente año se han otorgado 317.868 bonos familiares de vivienda, de los cuales cerca del 92% de los casos corresponde a familias del 1° y 2° estrato de la población; de ahí que podríamos decir que uno de cada cuatro hogares de nuestro país tiene su casa gracias a un bono.
La concentración de los bonos de vivienda en los estratos de menores ingresos es algo muy positivo que debemos continuar impulsando y paralelamente tenemos que abrir posibilidades para las familias de otros estratos socioeconómicos que también necesitan contar con una vivienda propia.
La mayoría de los otorgados corresponden a los programas de bono ordinario para construcción en lote propio y casos de proyectos de con bono artículo 59. Estas modalidades son las más utilizadas y conocidas por la ciudadanía; no obstante, hay mecanismos que no son muy conocidos por la población y que ofrecen interesantes opciones.
Entre ellos encontramos, el programa Ahorro Bono Crédito, conocido como ABC, está dirigido a familias que al realizar un ahorro determinado, se les premia con un bono por un monto mayor al ordinario y reciben un crédito de conformidad con su capacidad de pago.
Otro es el programa Bono Vertical, reconoce con un bono mayor, a las familias que adquieren una vivienda en vertical. Este tipo de construcción es una alternativa interesante, ante el encarecimiento en el precio de la tierra.
Así también está el programa Bono Diferido, dirige el beneficio al subsidio de la cuota hipotecaria, lo que permite que el comprador en los primeros años de constituido el crédito, pague una cuota inferior a la que correspondería en un plan de financiamiento tradicional.
Otros programas son el de Bono en Segunda Planta y que se utiliza para Reparación, Ampliación, Mejoras y Terminación de vivienda.
El sistema ha evolucionado, ofreciendo modalidades de bonos como las mencionadas. Sin embargo, se encuentran muy pocos proyectos habitacionales dirigidos a los sectores de recursos medios.
De tal forma, tenemos esquemas de financiamiento con el bono familiar que brindan opciones para que los sectores de ingresos medios adquieran su vivienda, pero nos encontramos con que no hay casas para comprar; por lo que uno de los principales retos del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda y del sector privado es crear condiciones adecuadas para promover el surgimiento de una oferta de proyectos con viviendas adecuadas a los programas de bono mencionados, que vengan a dar solución habitacional a las familias de la clase media de nuestro país.
Así como hemos sido exitosos otorgando bonos a las familias de ingresos mínimos, igualmente debemos brindar la posibilidad para que las familias con mayor capacidad de pago tengan la opción de obtener su vivienda.
MBA Óscar Alvarado
Grupo Mutual
Gerente general