Vecinos de Santa Ana y gobierno se enfrentan: ¿Conservar el legado ambiental o construir un mega Parque del Agua?

El futuro de los terrenos donados por Lorne Ross y Agnes May en febrero de 1975, destinados para la conservación del medio ambiente en Santa Ana, está en el ojo del huracán.

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Por un lado, los vecinos y familiares del donante, respaldados por el Partido Liberal Progresista buscan preservar los terrenos en su estado natural, manteniendo su valor ambiental intacto, mientras que la diputada oficialista Pilar Cisneros propone la construcción de un centro recreativo del agua que generaría empleo en el cantón.

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La controversia ha llegado hasta Cuesta de Moras, donde se discute una iniciativa impulsada por Catalina Obregón, exregidora y representante de algunos vecinos de Santa Ana, para que la administración de estos terrenos sea transferida a la Municipalidad a través de un proyecto de ley.

Sin embargo, Cisneros se opone y señala que los terrenos son propiedad del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y podrían ser utilizados para construir un centro de recreación.

“El parque del agua sería un homenaje al líquido vital, fomentando su respeto y aprecio. Los beneficios serían enormes para el cantón de Santa Ana en términos de empleo”, aseguró la diputada.

Se trata de 52 hectáreas de terrenos, atravesados por la Ruta Nacional 27, que fueron cedidos al Estado por Lorne Ross con el fin de que, tras su deceso, se destinaran a la conservación del ambiente.

No obstante, en 1993, la administración fue otorgada a la Fundación Pro Zoológicos (Fundazoo), quienes gestionaron el área por 30 años. Actualmente, el convenio ha finalizado y el futuro de estos terrenos sigue siendo incierto.

El proyecto impulsado por los vecinos ya superó el trámite en comisión legislativa y podría ser discutido en el Plenario en los próximos días, aunque su aprobación aún está en duda, debido a que recibió más de 60 mociones por parte del partido oficialista.

“No conocemos a fondo qué es lo que propone doña Pilar para esos terrenos. Lo que sí es claro, es que los vecinos queremos que se mantenga el propósito original de la donación: la conservación, recreación y el beneficio de la comunidad”, expresó la exregidora Catalina Obregón.

Con la aprobación del proyecto de ley, la Municipalidad de Santa Ana asignaría en su presupuesto anual las partidas necesarias para la gestión del parque, basándose en el principio de sostenibilidad.

Además, se estaría facultada para establecer convenios con entidades públicas o privadas, nacionales o internacionales.

Asimismo, los animales en cautiverio en el Centro de Conservación serían trasladados a sitios seguros, conforme a la legislación vigente.

Los empresarios locales también están atentos al futuro de la propiedad, preocupados por el impacto que cualquier proyecto podría tener en el tránsito.

“Es difícil emitir juicios de valor en este momento, ya que no conocemos en detalle qué se pretende hacer, ni el volumen de visitantes esperado. Lo que sí es claro, es que, si se desarrolla algo de gran magnitud, el tráfico se verá afectado, tanto en la zona como en la Ruta 27, que ya colapsa en ciertas horas. El Estado no tiene recursos para mantener estos terrenos, y un ejemplo claro es lo que sucede con el Parque Metropolitano La Sabana, que se gestiona con dificultades", comentó Fernando Peñaranda, empresario de Bienes Raíces de la Constructora Costarricense S.A.

La zona no solo destaca por su rica biodiversidad en flora y fauna, sino también por la presencia de importantes mantos acuíferos.

Un informe técnico del Sistema Nacional de Áreas de Conservación de 2023 subraya que el “parque natural urbano refleja un tejido social que agrupa intereses y motivaciones comunitarias en torno al sitio, lo que refuerza su valor cultural para la comunidad”.

Por su parte, la bióloga Melissa Rodríguez destacó que el área es parte de un corredor biológico que se extiende desde el Cerro de Escazú hasta el Río Virilla.

“En un lugar como Santa Ana, que crece rápidamente, es fundamental proteger este pulmón verde. Este sitio no debe convertirse en un destino ecoturístico más, sino en un refugio para la naturaleza”, aseguró.