Vía a Caldera caldea los ánimos
Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Martes 02 junio, 2009
Inquietan alto costo de peaje, viejo diseño y carencia de medidas de seguridad
Vía a Caldera caldea los ánimos
Peaje subirá un 1.200%, a pesar de tímida ampliación
La construcción de la carretera a Caldera, primera que se efectúa mediante concesión de obra pública, genera críticas y temores de varios sectores.
Usuarios, empresarios, políticos y hasta instituciones públicas han lanzado algunas objeciones al proyecto vial y exigen que se resuelvan con celeridad.
Los reclamos van desde presuntos cobros “abusivos” de peaje, un diseño colapsado, hasta la carencia de medidas de seguridad.
En el Gobierno reconocen que el proyecto no es perfecto pero que así se dispuso en el contrato y por lo tanto se debe cumplir, so pena de tener que indemnizar a la empresa concesionaria.
Hasta ahora los más quejosos son los usuarios de la vía, quienes no ven justo que se les cobre hasta un 1.200% más en el peaje para un recorrido de 14 kilómetros.
La molestia radica en que lo único nuevo que ofrece la ruta es el cambio a un carril adicional en un tramo de apenas tres kilómetros entre la ruta de Circunvalación y Multiplaza Escazú.
Otro temor de los usuarios consiste en que la carretera colapse pronto, ya que irá a un carril por sentido en el resto del trayecto, a pesar del aumento de tránsito pesado que tendrá, pues lleva hacia el principal puerto del Pacífico.
En cuanto al cobro de peaje, un vecino de Ciudad Colón que tenga que desplazarse al menos 22 días al mes a la capital, como es el caso de Johnny Sandí, deberá pagar ¢21.120 por usar la nueva carretera.
Lo anterior debido a que se le cobrará ¢310 de ida y la misma cantidad de regreso cuando pase por el peaje que se ubicará en Escazú y ¢170 más a cada sentido en la caseta de cobro que se está instalando a la entrada de Ciudad Colón.
Los empresarios que tienen su base de operaciones en la afluencia de la carretera, como es el caso del oficentro Forum, ubicado en Santa Ana, también tienen algunas inquietudes, incluida la de la seguridad ante la ausencia de pasos peatonales.
Solo que en este caso, el temor va en el sentido de que el diseño lejos de mejorar en seguridad para los peatones, vino a complicar las cosas.
Por ejemplo, no se incluyó un paso peatonal frente al oficentro a pesar de que unas 5 mil personas deben cruzar la vía a diario, alertó Douglas Sánchez, vocero de la empresa Western Union.
Otra debilidad del plano es que removió un kilómetro y medio, la parada de autobuses que antes estaba al frente a Forum, lo cual obliga a los peatones movilizarse a la orilla de esa peligrosa carretera para abordar el transporte público, explicó al respecto Sánchez.
La queja de los vecinos y empresarios ha tenido eco en instituciones como la Defensoría de los Habitantes y la Asamblea Legislativa.
Desde hace un par de semanas la Defensoría de los Habitantes inició una investigación para determinar si el monto autorizado para el peaje es justo o proporcionado.
Además, el ente defensor se concentrará en conocer en cuánto tiempo recuperará la constructora la inversión con base en las tarifas autorizadas, pues maneja la hipótesis de que se recuperaría en menos tiempo.
La entidad también plantea que el peaje sea diferenciado o en su lugar que se distribuya entre las demás casetas de modo de que los vecinos de Ciudad Colón y Santa Ana paguen menos.
En Cuesta de Moras la reacción tampoco se hizo esperar. Acción Ciudadana y el Movimiento Libertario solicitaron al Ejecutivo suspender el cobro hasta concluir la carretera.
Por contrato la última sección deberá estar lista en julio de 2010, es hasta entonces cuando los legisladores sugieren que se cobre el peaje, mientras se resuelven presuntas irregularidades.
Los diputados justifican que la empresa que fiscaliza la obra planteó unas 170 irregularidades, que deben resolverse antes de que se empiece a cobrar el peaje.
Para el Gobierno, algunas de las inquietudes tienen cabida y algunas no, según Guillermo Matamoros, viceministro de Concesiones.
La baja en el cobro es uno de los temas que, aunque llevan un trámite engorroso, puede hacerse.
Primero se deberá llegar a un acuerdo con la empresa concesionaria, luego remitir un nuevo modelo tarifario a aprobación de la Aresep y por último presentar una modificación al contrato ante la Contraloría, afirmó el jerarca.
Sobre el temor de que la ruta colapse en un corto plazo, Matamoros dijo que el contrato exige estudios de tránsito y cuando estos determinen una capacidad del 70% se deberán realizar nuevas ampliaciones.
Otro tema que puede resolverse es la construcción de un paso peatonal a la altura de Forum. Según el Viceministro no se incluyó en este proyecto porque estaba contemplado en otra concesión que está varada por problemas económicos, por lo que se buscará el apoyo de la empresa privada para construirlo.
Sobre la duda de la Defensoría en torno a que el concesionario podría recuperar la inversión antes, el Viceministro dijo que si llegase a pasar, el Estado asumirá el proyecto aunque hayan pasado apenas cinco años.
Lo que no es posible es posponer el cobro de peaje, como pidieron los diputados de oposición.
Matamoros comentó que el contrato le da vía libre al concesionario a cobrar el peaje conforme vaya entregando las secciones terminadas y dijo que de no cumplirse el Estado se expone a un reclamo y hasta al pago de una indemnización.
LA REPUBLICA intentó conocer también la posición de Autopistas del Sol, pero al cierre de edición no había respondido.
Opiniones encontradas
Douglas Sánchez
Vocero de Western Union
Hay una gran preocupación en materia de seguridad. El diseño no incluyó un puente peatonal frente a Forum a pesar de que 5 mil personas cruzan la vía todos los días y se corrió la parada de buses un kilómetro y medio.
Guillermo Matamoros
Viceministro de Concesiones
La administración no puede realizar cambios al proyecto de forma arbitraria porque tenemos que apegarnos a un contrato firmado. Si lo hacemos la empresa concesionaria reclamaría y podríamos tener que indemnizarla.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
Vía a Caldera caldea los ánimos
Peaje subirá un 1.200%, a pesar de tímida ampliación
La construcción de la carretera a Caldera, primera que se efectúa mediante concesión de obra pública, genera críticas y temores de varios sectores.
Usuarios, empresarios, políticos y hasta instituciones públicas han lanzado algunas objeciones al proyecto vial y exigen que se resuelvan con celeridad.
Los reclamos van desde presuntos cobros “abusivos” de peaje, un diseño colapsado, hasta la carencia de medidas de seguridad.
En el Gobierno reconocen que el proyecto no es perfecto pero que así se dispuso en el contrato y por lo tanto se debe cumplir, so pena de tener que indemnizar a la empresa concesionaria.
Hasta ahora los más quejosos son los usuarios de la vía, quienes no ven justo que se les cobre hasta un 1.200% más en el peaje para un recorrido de 14 kilómetros.
La molestia radica en que lo único nuevo que ofrece la ruta es el cambio a un carril adicional en un tramo de apenas tres kilómetros entre la ruta de Circunvalación y Multiplaza Escazú.
Otro temor de los usuarios consiste en que la carretera colapse pronto, ya que irá a un carril por sentido en el resto del trayecto, a pesar del aumento de tránsito pesado que tendrá, pues lleva hacia el principal puerto del Pacífico.
En cuanto al cobro de peaje, un vecino de Ciudad Colón que tenga que desplazarse al menos 22 días al mes a la capital, como es el caso de Johnny Sandí, deberá pagar ¢21.120 por usar la nueva carretera.
Lo anterior debido a que se le cobrará ¢310 de ida y la misma cantidad de regreso cuando pase por el peaje que se ubicará en Escazú y ¢170 más a cada sentido en la caseta de cobro que se está instalando a la entrada de Ciudad Colón.
Los empresarios que tienen su base de operaciones en la afluencia de la carretera, como es el caso del oficentro Forum, ubicado en Santa Ana, también tienen algunas inquietudes, incluida la de la seguridad ante la ausencia de pasos peatonales.
Solo que en este caso, el temor va en el sentido de que el diseño lejos de mejorar en seguridad para los peatones, vino a complicar las cosas.
Por ejemplo, no se incluyó un paso peatonal frente al oficentro a pesar de que unas 5 mil personas deben cruzar la vía a diario, alertó Douglas Sánchez, vocero de la empresa Western Union.
Otra debilidad del plano es que removió un kilómetro y medio, la parada de autobuses que antes estaba al frente a Forum, lo cual obliga a los peatones movilizarse a la orilla de esa peligrosa carretera para abordar el transporte público, explicó al respecto Sánchez.
La queja de los vecinos y empresarios ha tenido eco en instituciones como la Defensoría de los Habitantes y la Asamblea Legislativa.
Desde hace un par de semanas la Defensoría de los Habitantes inició una investigación para determinar si el monto autorizado para el peaje es justo o proporcionado.
Además, el ente defensor se concentrará en conocer en cuánto tiempo recuperará la constructora la inversión con base en las tarifas autorizadas, pues maneja la hipótesis de que se recuperaría en menos tiempo.
La entidad también plantea que el peaje sea diferenciado o en su lugar que se distribuya entre las demás casetas de modo de que los vecinos de Ciudad Colón y Santa Ana paguen menos.
En Cuesta de Moras la reacción tampoco se hizo esperar. Acción Ciudadana y el Movimiento Libertario solicitaron al Ejecutivo suspender el cobro hasta concluir la carretera.
Por contrato la última sección deberá estar lista en julio de 2010, es hasta entonces cuando los legisladores sugieren que se cobre el peaje, mientras se resuelven presuntas irregularidades.
Los diputados justifican que la empresa que fiscaliza la obra planteó unas 170 irregularidades, que deben resolverse antes de que se empiece a cobrar el peaje.
Para el Gobierno, algunas de las inquietudes tienen cabida y algunas no, según Guillermo Matamoros, viceministro de Concesiones.
La baja en el cobro es uno de los temas que, aunque llevan un trámite engorroso, puede hacerse.
Primero se deberá llegar a un acuerdo con la empresa concesionaria, luego remitir un nuevo modelo tarifario a aprobación de la Aresep y por último presentar una modificación al contrato ante la Contraloría, afirmó el jerarca.
Sobre el temor de que la ruta colapse en un corto plazo, Matamoros dijo que el contrato exige estudios de tránsito y cuando estos determinen una capacidad del 70% se deberán realizar nuevas ampliaciones.
Otro tema que puede resolverse es la construcción de un paso peatonal a la altura de Forum. Según el Viceministro no se incluyó en este proyecto porque estaba contemplado en otra concesión que está varada por problemas económicos, por lo que se buscará el apoyo de la empresa privada para construirlo.
Sobre la duda de la Defensoría en torno a que el concesionario podría recuperar la inversión antes, el Viceministro dijo que si llegase a pasar, el Estado asumirá el proyecto aunque hayan pasado apenas cinco años.
Lo que no es posible es posponer el cobro de peaje, como pidieron los diputados de oposición.
Matamoros comentó que el contrato le da vía libre al concesionario a cobrar el peaje conforme vaya entregando las secciones terminadas y dijo que de no cumplirse el Estado se expone a un reclamo y hasta al pago de una indemnización.
LA REPUBLICA intentó conocer también la posición de Autopistas del Sol, pero al cierre de edición no había respondido.
Opiniones encontradas
Douglas Sánchez
Vocero de Western Union
Hay una gran preocupación en materia de seguridad. El diseño no incluyó un puente peatonal frente a Forum a pesar de que 5 mil personas cruzan la vía todos los días y se corrió la parada de buses un kilómetro y medio.
Guillermo Matamoros
Viceministro de Concesiones
La administración no puede realizar cambios al proyecto de forma arbitraria porque tenemos que apegarnos a un contrato firmado. Si lo hacemos la empresa concesionaria reclamaría y podríamos tener que indemnizarla.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net