Vladimir Putin es reelecto presidente de Rusia por quinto mandato consecutivo
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Domingo 17 marzo, 2024 01:05 p. m.
Vladimir Putin ha sido declarado vencedor en las recientes votaciones que se llevaron a cabo en todo el país, asegurando así su continuidad en el poder por un período adicional que podría extenderse hasta un tercio de siglo.
Según los datos preliminares, el presidente ruso obtuvo un impresionante 87,97% de los votos.
Putin, quien asumió el cargo en 1999, asegura así otro mandato de seis años, consolidándose como el líder más duradero en la historia reciente de Rusia, con la posibilidad de superar a cualquier otro líder en los últimos 200 años.
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El Kremlin buscaba una victoria contundente en estas elecciones, no solo para respaldar su postura en el conflicto bélico, sino también para legitimar un régimen personalista que carece de alternativas políticas.
La participación electoral superó el 67%, marcando un nuevo récord en comparación con los comicios de 2018.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para mantener la calma, se registraron incidentes aislados de protesta durante las tres jornadas de votación. Algunos manifestantes expresaron su descontento prendiendo fuego a las cabinas de votación y vertiendo antiséptico verde en las urnas, lo que desencadenó amenazas por parte de las autoridades rusas, quienes los tildaron de traidores y advirtieron sobre posibles penas de cárcel.
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En la contienda electoral, Putin se enfrentó a tres candidatos que fueron ampliamente percibidos como meros títeres del régimen, carentes de experiencia en el gobierno.
Los resultados iniciales de la Comisión Electoral Central colocan al candidato comunista, Nikolai Jaritonov, en el segundo lugar con un 3,8% de los votos, seguido por el 'liberal' Viacheslav Davankov con un 3,73% y el ultranacionalista Leonid Slutsky con un 2,96%.
La aplastante victoria de Putin refleja su dominio continuo en la política rusa, pero también suscita preocupaciones sobre la falta de competencia política genuina en el país, lo que plantea interrogantes sobre la verdadera naturaleza de la democracia rusa en la era postsoviética.