Vocación y desenfado
Candilejas candilejas.cultura@gmail.com | Viernes 26 junio, 2015
Vocación y desenfado
¿El artista nace o se hace? En el caso del pintor Carlos Cruz parece que fueron realidad las dos cosas. Lo atraían desde niño los colores y las formas.
El hoy se expresa por medio de la pintura pero está claro que su amor por el arte lo llevó muchas veces por otros caminos, también fascinantes.
Cruz es el artista que inaugura una nueva muestra (se renuevan cada mes) en la Galería del Instituto Nacional de Aprendizaje, en su sede central, en la Uruca, el jueves 2 de julio a partir de las 10am.
Candilejas da seguimiento a este programa de exposiciones porque lo vemos como valiosa tarea de acercar a la gente al arte por medio de ese maravilloso diálogo que se da cuando la persona se detiene frente a un cuadro y múltiples emociones la transportan a momentos inigualables.
La exposición, desde luego es visitada por los estudiantes del INA, pero es abierta también a todo público en forma gratuita, de lunes a viernes de 8am a 4pm.
Candilejas ha podido conversar largamente con Carlos Cruz, visitarlo en su taller y descubrir para ustedes como fue que entró en la extraordinaria dimensión del arte.
Desde siempre le atrajo el color, nos cuenta, pero cuando a los 18 años se vino desde Naranjo, Alajuela, donde nació, hacia San José para ingresar a Casa Gráfica, su vida tomó el rumbo definitivo.
Ahí, en esa casa, donde se trabajaba la impresión y la fotografía, inició un proceso de experimentación y expresión permanente. No fue la academia, la que lo acercó a las técnicas que debía aprender, sino, en un principio, las antiguas formas de trabajar la fotografía, en épocas anteriores a la era digital actual.
El vivió el deleite del trabajo artesanal de alta calidad y fue descubriendo diferentes técnicas con las cuales podía expresarse como pintor.
En aquellos días, - dice – “las fotografías, que eran en blanco y negro se empezaron a colorear y esto lo hacíamos mojando papeles de colores para extraer de ellos las tintas. Creo que desde entonces me fascina incorporar algo de lo que es la acuarela (pintura al agua), al acrílico, porque permite darle ese movimiento especial al color”.
Cruz nunca se apegó demasiado a las técnicas tradicionales ni a las corrientes que han agitado a la pintura a lo largo de su historia.
Lo suyo siempre ha sido personal, sin importar nada más que la creación de obras capaces de emocionar y mover el pensamiento por rumbos impensados.
Y como decíamos antes, ese camino por el arte lo llevó a hacer, por ejemplo, escenografías para el Teatro Lucho Barahona, a ser socio co - fundador – asegura - del Teatro Carpa del recordado argentino Alfredo Catania, quién llevó el arte teatral a distintas regiones del país.
Pero también tuvo Carlos una relación cercana con otros intelectuales como es el caso de Luis Ferrero, investigador, ensayista y especialista en arte y cultura costarricense, de grata memoria, entre otros reconocidos creadores.
Estas exposiciones en el INA, que reúne a los estudiantes con el arte, son un esfuerzo que puede contribuir a una educación más integral, pero además a despertar en los jóvenes el deseo por desarrollar el lado derecho de sus cerebros. Es decir aquel de donde proviene la creatividad, entre otras habilidades importantes.
La educación ha venido estimulando principalmente el pensamiento lógico y racional, información que se procesa en el lado izquierdo del cerebro, que es analítico, cuantitativo y matemático.
Hoy, mediante los grandes avances de la neurociencia, la tendencia es a provocar desarrollo en el hemisferio cerebral derecho, para explorar nuestra parte más emotiva y creativa.
Algo que podrá experimentar usted visitando esta nueva muestra.
Fuentes: entrevista a Carlos Cruz y varias páginas de internet sobre neurociencia y el desarrollo cerebral
Carmen Juncos / Ricardo Sossa
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