Volver la mirada a la política monetaria
Volver la mirada a la política monetaria
Se debe asegurar el crecimiento con tasas de interés bajas y estables
Por qué seguir satanizando el uso de la política monetaria como instrumento de política económica. El Banco Central año con año se propone metas cada vez menores de inflación, con lo cual está estrangulando el crecimiento. Esto porque los que dirigen el Banco creen que una inflación baja es la “pomada canaria” que hace desaparecer el desempleo, la pobreza y quizás muchos otros problemas de la economía.
No es que la inflación no sea un problema para la economía, por supuesto que sí, y debe evitarse a toda costa. Pero de ahí a que sea el problema fundamental en momentos de bajo crecimiento y baja inflación, no es cierto. Por ejemplo: ¿Qué opinan los pobres de tener una inflación de un 3% si no tienen qué comer o no tienen trabajo? La respuesta es obvia, escogerían un poco más de inflación pero con trabajo y qué comer.
Un manejo diferente de las política monetaria debe ser acompañado de otros aspectos.
Si el gobierno maneja la mayor proporción de los mercados de captación del país entre el Ministerio de Hacienda, el ente emisor, y los bancos estatales, cómo no tiene el control sobre las tasas de interés. Claro eso es el resultado de la falta de coordinación. Esto requiere tres aspectos:
Primero, la Casa presidencial debe tener claro que no debe permitir que los bancos estatales compitan con el Ministerio de Hacienda y los bancos privados en la captación y por tanto que no se eleven las tasas de interés. Segundo, el Ministerio de Hacienda debe manejar muy bien su flujo de caja y no dejar que sea el mercado de valores el que establezca el costo de sus fondos. Y tercero, el Banco Central deber seguir concentrado en las captaciones de corto plazo para el manejo monetario.
Esta combinación de políticas tendería a varios resultados.
En primera instancia una reducción de las tasas de interés en colones y la política clara del gobierno de no permitir a los bancos estatales elevarlas, las mantendría estables en el tiempo. La falta de volatilidad, que en ocasiones las ha triplicado, permitiría revertir la dolarización de las carteras de crédito
Asimismo, esto generaría un mayor crecimiento de la economía y reducción del desempleo, y con una buena revisión del gasto social para evitar fugas, podría generar una reducción de la pobreza. Pero debe tenerse claro que esto podría generar un poco más de inflación en donde no debería permitirse ese incremento en no más de tres puntos porcentuales y compensado con una tasa de crecimiento de la economía de no menos de un 6%.
Julio César Espinosa
Economista-Investigador ESEUNA
julio.espinoza.rodriguez@una.cr