Accidentados costaron ¢48 mil millones el año pasado
Karla Barquero karlabarquero.asesora@larepublica.net | Miércoles 08 febrero, 2017
RESUMEN EJECUTIVO
La atención de heridos en accidentes de tránsito requirió unos ¢48 mil millones el año pasado, un incremento del 56% en relación con 2015, donde el grueso lo componen los motociclistas.
El incremento de la flota vehicular y la poca inversión vial son dos de las causas que han generado que en los últimos cuatro años la cantidad de accidentes de tránsito venga en ascenso.
La mayoría de las emergencias son atendidas por el Instituto Nacional de Seguros (INS); sin embargo, un 10% de los casos se traslada a centros médicos de la Caja de Seguro Social, porque sobrepasan la cobertura de los ¢6 millones del SOA (incluido en el marchamo).
Cuando pasan a la Caja, representan pérdidas para la institución. Por esto, allí apelan a elevar el monto de cobertura para este tipo de casos o crear un impuesto directo a los
vehículos.
La atención de heridos en accidentes de tránsito costó unos ¢48 mil millones el año pasado, lo que representa un incremento del 56% con respecto a 2015, donde más de la mitad de ellos se vieron envueltos motociclistas.
El incremento de la flota vehicular y la poca inversión vial son dos de las causas que han generado que en los últimos cuatro años la cantidad de accidentes de tránsito venga en ascenso.
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La mayoría de las emergencias son atendidas por el Instituto Nacional de Seguros (INS); sin embargo, un 10% de los casos se traslada a centros médicos de la Caja de Seguro Social, porque sobrepasa la cobertura de los ¢6 millones del SOA (incluido en el marchamo).
Cuando pasan a la Caja, representan pérdidas para la institución. Por esto, allí apelan a elevar el monto de cobertura para este tipo de casos o crear un impuesto directo a los vehículos.
El año pasado la Caja facturó al Grupo Financiero INS la atención de unas 31.748 personas lesionadas en accidentes de tránsito, cuyo costo total superó los ¢23 mil millones.
De esa cifra, más de ¢8.800 millones no fueron recuperados por la Caja, debido a que lo facturado superó el monto de la cobertura.
“Agotado el SOA, existe un muy alto porcentaje de que las subsiguientes atenciones asociadas con ese accidente, el paciente las haya demandado en los establecimientos de salud de la Caja”, argumentó Wven Porras, jefe del área de Gestión de Riesgos Excluidos de la Caja.
Ante esta problemática, la Caja insiste en aumentar la cobertura en un monto que sea suficiente para cubrir el total de las atenciones y así evitar que la diferencia del costo de atención (entre lo facturado y lo pagado) no sea subvencionado por dineros de todos los contribuyentes (por medio de cuotas obreras o patronales).
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Sin embargo, esto encarecería el marchamo. Por esto, la Caja aconseja crear un impuesto directo a los vehículos que provea los fondos necesarios para cubrir los recursos que se están gastando en atención y que hoy no está recuperando“, comentó Porras.
El grueso de las atenciones en accidentes viales se trata de motociclistas, quienes están presentes en más de la mitad de los accidentes. Pese a que tienen más siniestralidad que otros vehículos, poseen la misma cobertura.
“Vemos un crecimiento en la cantidad de accidentes si comparamos las cifras de 2016 con las de 2015. Pero la situación más delicada la vemos con los motorizados que fueron un 60% del total; es decir, unos 18.665 casos”, aseguró Róger Arias, subjefe de Seguros Solidarios del INS.
La cifras de los ¢6 millones de cobertura se puede duplicar en casos especiales como en accidentes donde estén involucrados menores de edad, personas no aseguradas y en situaciones cuando está la vida en riesgo.
Sin embargo, el INS asegura que atiende el 90% por medio de su red de salud (compuesta por siete centros médicos referenciales, unos 22 regionales y el Hospital del Trauma) y hay excepciones que trata debido a la saturación de centros de salud de la Caja.
“Cuando ingresan le hacemos una valoración a la póliza y se traen al Hospital del Trauma cuando el monto es suficiente; si no, le decimos a la Caja que le reconozca los ¢6 millones. Lo que ocurre es que la Caja tiene mucho volumen de atención y a veces el paciente no se puede trasladar porque no hay cama”, detalló Alejandra Jiménez, médico del Hospital del Trauma.
Las autoridades en materia de seguridad vial advierten que de nada sirve hablar de ampliar coberturas si se incurre en los mismos errores: en el tema cultural y de formación.
“Creo que debemos cambiar en el tema de la cultura vial. Desde peatones hasta los mismos conductores empiezan a seguir malos modales: vemos personas que mueren debajo de un puente peatonal, imprudencia de motorizados que conducen en zigzag, gente que maneja a altas velocidades o ingiriendo licor”, aseguró Mario Calderón, director de la Policía de Tránsito.
Por esto esa Dirección, el Consejo de Seguridad Vial y el Ministerio de Educación Pública apuestan a las nuevas generaciones para reducir la accidentalidad: acuden a dar charlas de formación con el programa de escuelas seguras.