Banca para el Desarrollo solo ha prestado el 2,6% de sus fondos
Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Martes 01 diciembre, 2009
Sistema ha colocado ¢6.581 millones en créditos de los ¢250 mil millones que tiene disponibles
Banca para el Desarrollo solo ha prestado el 2,6% de sus fondos
Unas 1.000 personas se han visto beneficiadas con financiamientos que rondan los ¢6,5 millones
Luego de 11 meses de que el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) abrió sus puertas con la finalidad de brindar crédito a los pequeños y medianos empresarios, solo ha colocado el 2,6% de los fondos que tiene disponibles.
Unos ¢6.581 millones son los que se encuentran en manos de 1.000 productores, a quienes se les han dado financiamientos que rondan los ¢6,5 millones.
Pese a que el Sistema cuenta con unos ¢250 mil millones, las trabas que tiene la actual legislación impiden que la colocación sea aún mayor.
Los principales yerros tienen que ver con las altas tasas impositivas y los requisitos que deben cumplir quienes estén interesados en obtener un préstamo, pues estos no se diferencian de la banca tradicional.
De momento, quienes se han beneficiado más son los productores agropecuarios, ya que el 62% de los créditos que se giraron al 15 de noviembre es para este sector.
Mientras que el resto del dinero se destinó en su mayoría a la industria y a la actividad de servicios.
Ante los constantes cuestionamientos en torno a Banca para el Desarrollo, el Poder Ejecutivo planteó un proyecto de ley que contempla principalmente tres modificaciones para flexibilizar el acceso a créditos.
La primera pretende que sea el Consejo Rector del Sistema el que establezca las tasas de interés, con base en las necesidades del mercado y no se rija por la tasa básica en colones y la Libor, en moneda extranjera.
Esta medida permitiría que las tasas de interés sean menores a las que ofrece actualmente la banca comercial.
“El consejo definirá las tasas de interés tomando en cuenta la inflación y otros indicadores económicos, lo que queremos es que las normas financieras se adecuen a los créditos y a los deudores”, señaló Geovanny Castillo, director ejecutivo del Sistema.
La segunda modificación es brindar un periodo de gracia a los productores para pagar sus deudas, esto con el fin de que la amortización comience hasta que el proyecto que se está financiando entre en operaciones.
Otra de las reformas tiene que ver con las garantías que deben presentar las personas que estén interesadas en acceder a un préstamo, pues se pretende que solo con el historial crediticio y que no tenga deudas, los pequeños empresarios puedan obtener el crédito.
Además, el proyecto busca darle vida al peaje bancario para aumentar la disponibilidad de fondos, pues actualmente los bancos privados aportan aproximadamente ¢300 millones que no se pueden utilizar, debido a las restricciones del sector financiero.
El sector empresarial comparte la necesidad de reformar la ley vigente, pues impide cumplir con el objetivo para el cual fue establecido este sistema: fomentar el desarrollo de las pequeñas empresas, brindándoles mejores condiciones crediticias.
“La reforma es imprescindible para que el sistema logre el impacto que las pymes nacionales requieran. Es fundamental para hacerla un elemento verdaderamente efectivo de crédito y suministro de servicios de desarrollo empresarial, pues operativamente, en la actualidad no funciona de manera adecuada”, dijo Juan María González, presidente de la Cámara de Industrias.
Asimismo, otros pequeños empresarios aducen que la reducida colocación de préstamos por parte del Sistema de Banca para el Desarrollo responde a la rigurosidad que se aplica a la hora de determinar los sujetos de financiamiento bancario.
Tal es el caso de Xinia López y otros pequeños productores de la zona norte del país, que forman parte del Movimiento Agropecuario Nacional, a ellos se les ha negado el crédito de Banca para el Desarrollo, pues no cumplen con los requisitos que establece el reglamento.
“Las condiciones crediticias son iguales que en la banca tradicional, los mismos requisitos y las mismas tasas de interés, bajo estas condiciones no es viable ni factible obtener financiamiento”, manifestó al respecto López.
Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net
Banca para el Desarrollo solo ha prestado el 2,6% de sus fondos
Unas 1.000 personas se han visto beneficiadas con financiamientos que rondan los ¢6,5 millones
Luego de 11 meses de que el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) abrió sus puertas con la finalidad de brindar crédito a los pequeños y medianos empresarios, solo ha colocado el 2,6% de los fondos que tiene disponibles.
Unos ¢6.581 millones son los que se encuentran en manos de 1.000 productores, a quienes se les han dado financiamientos que rondan los ¢6,5 millones.
Pese a que el Sistema cuenta con unos ¢250 mil millones, las trabas que tiene la actual legislación impiden que la colocación sea aún mayor.
Los principales yerros tienen que ver con las altas tasas impositivas y los requisitos que deben cumplir quienes estén interesados en obtener un préstamo, pues estos no se diferencian de la banca tradicional.
De momento, quienes se han beneficiado más son los productores agropecuarios, ya que el 62% de los créditos que se giraron al 15 de noviembre es para este sector.
Mientras que el resto del dinero se destinó en su mayoría a la industria y a la actividad de servicios.
Ante los constantes cuestionamientos en torno a Banca para el Desarrollo, el Poder Ejecutivo planteó un proyecto de ley que contempla principalmente tres modificaciones para flexibilizar el acceso a créditos.
La primera pretende que sea el Consejo Rector del Sistema el que establezca las tasas de interés, con base en las necesidades del mercado y no se rija por la tasa básica en colones y la Libor, en moneda extranjera.
Esta medida permitiría que las tasas de interés sean menores a las que ofrece actualmente la banca comercial.
“El consejo definirá las tasas de interés tomando en cuenta la inflación y otros indicadores económicos, lo que queremos es que las normas financieras se adecuen a los créditos y a los deudores”, señaló Geovanny Castillo, director ejecutivo del Sistema.
La segunda modificación es brindar un periodo de gracia a los productores para pagar sus deudas, esto con el fin de que la amortización comience hasta que el proyecto que se está financiando entre en operaciones.
Otra de las reformas tiene que ver con las garantías que deben presentar las personas que estén interesadas en acceder a un préstamo, pues se pretende que solo con el historial crediticio y que no tenga deudas, los pequeños empresarios puedan obtener el crédito.
Además, el proyecto busca darle vida al peaje bancario para aumentar la disponibilidad de fondos, pues actualmente los bancos privados aportan aproximadamente ¢300 millones que no se pueden utilizar, debido a las restricciones del sector financiero.
El sector empresarial comparte la necesidad de reformar la ley vigente, pues impide cumplir con el objetivo para el cual fue establecido este sistema: fomentar el desarrollo de las pequeñas empresas, brindándoles mejores condiciones crediticias.
“La reforma es imprescindible para que el sistema logre el impacto que las pymes nacionales requieran. Es fundamental para hacerla un elemento verdaderamente efectivo de crédito y suministro de servicios de desarrollo empresarial, pues operativamente, en la actualidad no funciona de manera adecuada”, dijo Juan María González, presidente de la Cámara de Industrias.
Asimismo, otros pequeños empresarios aducen que la reducida colocación de préstamos por parte del Sistema de Banca para el Desarrollo responde a la rigurosidad que se aplica a la hora de determinar los sujetos de financiamiento bancario.
Tal es el caso de Xinia López y otros pequeños productores de la zona norte del país, que forman parte del Movimiento Agropecuario Nacional, a ellos se les ha negado el crédito de Banca para el Desarrollo, pues no cumplen con los requisitos que establece el reglamento.
“Las condiciones crediticias son iguales que en la banca tradicional, los mismos requisitos y las mismas tasas de interés, bajo estas condiciones no es viable ni factible obtener financiamiento”, manifestó al respecto López.
Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net