Edificios soportarían un terremoto como Turquía, pero las casas podrían verse afectadas, según ingeniero de la UCR

Un terremoto como el sucedido en Turquía y Siria de 7,8 podría pasar en Costa Rica sin duda; sin embargo, las probabilidades de un desastre de esa magnitud en las edificaciones son pocas, según Diego Hidalgo, investigador del Laboratorio de Ingeniería Sísmica de la Universidad de Costa Rica.

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Hidalgo agregó que nuestro país, al tener pocos edificios de tres pisos o más, el efecto ante un sismo de gran magnitud sería menor; sin embargo, las viviendas de uno o dos pisos, sí podrían verse afectadas.

Adicionalmente, en nuestro país los materiales que se utilizan son de mejor calidad que las construcciones en Turquía, además de que en Costa Rica está vigente un robusto Código Sísmico y de Construcciones.

La Universidad de Costa Rica realizó un estudio, en el Valle Central, entre el 2017 y el 2020 evidenciando que las casas en su mayoría son elaboradas con bloques de concreto, madera y concreto reforzado, una combinación entre concreto y acero.

“Lo sucedido en Turquía podría interpretarse como una débil implementación de la normativa en construcción, lo mismo que la escasa fiscalización de las autoridades locales, en una región del mundo propensa a sismos severos”, expresó Francisco Miranda, director del Programa de Desarrollo y Mantenimiento de Infraestructura Institucional de la Universidad Nacional (UNA).

Asimismo, Miranda considera probable que el uso inadecuado de materiales, las malas prácticas constructivas y la falta de controles de calidad pudieron aumentar la magnitud de los daños. Tal y como sucedió en Puerto Príncipe, Haití en 2010 que provocó el colapso de miles de edificaciones y la muerte de más de 250 mil personas.

Ahora bien, la madre naturaleza, no mide consecuencias y por ello es necesario que las familias velen por su seguridad.

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Por ese motivo, el ingeniero Hidalgo recomienda la revisión de la infraestructura de las viviendas al menos cada 20 años para que su estructura pueda soportar un terremoto. Además, de determinar los sitios más seguros de la casa.