Educación sexual: “Inventaron un enemigo falso, la famosa ideología de género”
Karla Barquero karlabarquero.asesora@larepublica.net | Jueves 12 octubre, 2017
En julio se lanzó el programa de educación para la afectividad y sexualidad; sin embargo, persiste la desinformación sobre su contenido.
Aunque varios funcionarios del Ministerio de Educación Pública (MEP) han justificado el programa con alarmantes cifras sobre embarazos en la adolescencia, relaciones impropias y datos sobre enfermedades de transmisión sexual, lo cierto es que un grupo de personas continúa atacando el programa.
Incluso el aspirante a la Presidencia, Fabricio Alvarado, menciona la creación de un decreto para eliminar la ideología de género en la educación pública.
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Leonardo Garnier, exministro de Educación. conversó con LA REPÚBLICA sobre este tema.
¿Por qué es importante este tipo de educación?
Usualmente se argumenta la importancia de la educación sexual desde la óptica de la salud: para reducir embarazos tempranos y no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Ese sería motivo suficiente, pero no es el único.
¿Cuáles son las otras razones de peso?
Las relaciones afectivas y la vida sexual son de la mayor importancia para los seres humanos, pueden ser enormemente agradables y darnos un gran bienestar y placer; pero, mal llevadas, también pueden ser la fuente de malestar, de maltrato, de abuso y hasta de violencia y muerte.
Aprender a disfrutar la afectividad y la sexualidad con responsabilidad, afecto, respeto y no como una herramienta de poder y hasta de violencia, es fundamental para mejorar nuestra convivencia y calidad de vida.
¿Por qué considera que hay voces desde la oposición?
Yo creo que la mayor parte de la gente entiende su importancia. De acuerdo con las encuestas de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud (y otras encuestas, que coinciden) la inmensa mayoría de los adultos costarricenses (más del 90%) están de acuerdo con que haya educación sexual (el 85% incluso desde la escuela).
Entonces, ¿quiénes son?
Es un grupo pequeño el que se opone, pero muy beligerante. Y están recurriendo a una campaña de desinformación y miedo para asustar a mucha gente.
Si es un grupo en guerra, ¿cuál es su principal arma?
Se inventaron un enemigo falso: la famosa ideología de género, que supuestamente es una especie de conspiración internacional que, entre otras cosas, dice que se quiere convencer a los niños y niñas de que pueden cambiar de sexo a voluntad; que se promueve que niños y niñas se vuelvan homosexuales, y se promueve una especie de desenfreno sexual… lo cual es completamente falso, como lo puede verificar cualquier persona que revise los programas.
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¿Cómo se pueden ejemplificar los temas que toca el programa?
Lo que los programas sí promueven es un cambio en los patrones de comportamiento de género: que el estereotipo de mamá amasa la masa y papá trabaja, vaya quedando atrás; que los hombres aprendan a ejercer una masculinidad diferente, con más sensibilidad, más responsabilidad de su papel de padres o en las tareas domésticas, y que las mujeres tengan igualdad de derechos y oportunidades.
¿Y en el tema de diversidad sexual?
Plantea la necesidad de entender y respetar a las personas sexualmente diversas que, sin ser una mayoría, son personas como todas y merecen respeto y afecto sin tener que disimular su orientación sexual. Esto no quiere decir “promover” la homosexualidad, sino el respeto.
¿Cómo se debe capacitar a los educadores para hablar sobre estos temas?
Este es un gran tema: hay una tarea para las universidades, que son las responsables de la formación inicial de los docentes. Luego una responsabilidad del MEP en los procesos de capacitación y formación permanente. Pero también de los gremios, varios ya lo han asumido, en promover una actitud más tolerante e informada en sus afiliados.