Estos son los 4 pasos claves de ayuda a víctimas de abuso

Orientación profesional, redes de apoyo, superación de la autoculpa y tiempo para sanar son cuatro pasos claves para ayudar a las personas víctimas de abuso, así lo comparte IGNIS, centro dedicado a la prevención del abuso.

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“El abuso, en cualquiera de sus formas, es una de las experiencias más devastadoras que una persona puede sufrir. A menudo, los efectos emocionales y psicológicos que este trauma genera son minimizados o ignorados, dejando a las víctimas con un dolor profundo que puede marcar sus vidas para siempre”, explica Juan Carlos Oviedo Salazar, Director de IGNIS.

De hecho, depresiones severas, trastornos de ansiedad, adicciones y, en algunos casos, ideas suicidas que, lamentablemente, pueden concretarse son parte de las consecuencias manifestadas

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A esto se suma que las víctimas de abuso a menudo enfrentan cuestionamientos y juicios que agravan su dolor. Frases como "¿Por qué no lo dijiste antes?" o "Si no lo dijiste es porque te gustaba" son respuestas frecuentes que añaden una capa adicional de sufrimiento. “Es esencial recordar que la culpa nunca recae en la víctima; la responsabilidad siempre corresponde al agresor”, recalcó Salazar,

Recuerde:

Busque ayuda profesional: consulte con un psicólogo o terapeuta especializado en traumas, ya que este puede ser el primer paso hacia la recuperación. El apoyo profesional permite explorar y abordar los efectos emocionales y psicológicos del abuso.

Establezca una red de apoyo: ya que rodearse de personas de confianza que puedan ofrecer apoyo emocional es crucial. La familia, amigos cercanos o grupos de apoyo pueden proporcionar un espacio seguro para compartir experiencias y sentimientos.

Evite la autoculpa: es importante recordar que el abuso nunca es culpa de la víctima. La responsabilidad recae únicamente en el agresor, por lo que reforzar este entendimiento es vital para el proceso de sanación.

Tómese el tiempo necesario: la recuperación es un proceso individual y único para cada persona. No hay un tiempo establecido para sanar, y es fundamental avanzar a un ritmo propio, sin presión externa.