¿Ha dado resultado el plan rescate de Japdeva?

Japdeva fue sometida a un plan de rescate para tratar de darle un respiro financiero de emergencia.

La asistencia es la primera fase de un plan integral y comprende el recorte de 950 plazas de la sobrepoblada planilla; esto para liberarle presión en salarios y cargas sociales.

Para ello, los diputados aprobaron hace cinco meses un presupuesto de ¢18 mil millones para liquidar a los colaboradores que así lo desearan.

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El propósito es estabilizar a la entidad portuaria mientras se completan los estudios de preinversión de los proyectos que la enrumbarían a incursionar en la administración de puertos especializados en cruceros y de parques industriales que operen como zonas francas.

Se hizo necesario intervenir Japdeva luego del naufragio que le produjo la entrada en operación de la Terminal de Contenedores de Moín sin que definiera su reconversión hacia actividades más productivas.

Pero, ¿han dado frutos las acciones emprendidas para tratar de poner a flote a la institución portuaria?

Para ello vamos a analizar los resultados obtenidos en dos pasos: el recorte de la planilla que se ha alcanzado y si eso le generó un alivio en las finanzas.

Sobre el primer punto, Japdeva reportó que a diciembre ya había eliminado 700 plazas, de las cuales 500 se dieron por la movilización de los colaboradores y 200 por plazas vacantes que fueron suprimidas y no repuestas.

Para recortar la planilla se aprobaron varias alternativas de movilidad que comprendía las prestaciones más un bono, más la prejubilación o más el traslado a otras entidades.

Justamente, la mitad de los empleados que decidió abandonar la institución se acogió al bono, el 23% se inclinó por la prejubilación al cumplir con los requisitos establecidos para hacerlo y un 22% quedó a la espera de que quedaran plazas vacantes en otra entidad para realizar un traslado horizontal.

De los 1157 colaboradores de Japdeva, solo el 8% no escogió ninguna alternativa de movilidad.

Ese movimiento liberó el costo de la planilla en más de un 60% en un plazo de tres meses, reportó Andrea Centeno, presidenta Ejecutiva de Japdeva.

Eso representa un ahorro de ¢1.500 millones mensuales, luego de recortar el costo de la planilla de ¢2.471 millones, que se manejaba hasta octubre, a solo ¢972 millones, en diciembre.

El recorte comprende tanto la remuneración como las cargas sociales.

Paralelamente al recorte de la planilla, Japdeva trabaja en los estudios que le permitan enfocarse en negocios más enfocados a la actividad turística y de logística que al manejo de carga.

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La propuesta plantea transformar el muelle Alemán, ubicado en el centro de Limón, en una terminal de cruceros, complementada con una marina, restaurantes y servicios de asistencia para los turistas.

Precisamente, Japdeva se encuentra en el estudio de las 14 ofertas presentadas para los estudios de pre y factibilidad de dicha obra.

También, analiza las seis ofertas de interesados en realizar los estudios para la construcción de un parque industrial en unos terrenos que dispone en la comunidad de Liverpool, y otras cuatro ofertas para los análisis que lleven a la construcción de un muelle de productos hidrobiológicos.

La idea de la reconversión de la entidad es generar actividades que le generen recursos y empleos.