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NACIONALES


Inglés e infraestructura favorecen educación privada

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 11 febrero, 2008




Padres de familia prefieren “sacrificar” presupuesto para pagar una enseñanza más competitiva a sus hijos
Inglés e infraestructura favorecen educación privada

• Autoridades reconocen aumento de la brecha entre ambos tipos de educación

• “La enseñanza privada nació en función de la mala calidad de la enseñanza pública”, asegura representante de centros educativos privados


Carlos Jesús Mora
cmorah@larepublica.net

Ana Romero y su esposo Gustavo Sánchez debieron ajustar su presupuesto familiar este inicio de año; Valeria su hija única entró a primer grado y decidieron matricularla en un centro educativo privado al oeste de San José.
Si bien Valeria cursó la preparatoria en un centro público, sus pa
dres no quedaron del todo satisfechos y decidieron “hacer un esfuerzo” para que su hija estudie en un centro privado, pese a que esto signifique poco más de la mitad del sueldo de Ana, quien es contadora.
Al igual que este caso son muchas las familias costarricenses que cada vez más optan por matricular a sus hijos en centros educativos privados, por lo que la demanda crece año con año.
“Si bien en Costa Rica tenemos el privilegio de que la enseñanza primaria sea gratuita, hemos decidido matricular a nuestra hija en una escuela privada porque hay mejores programas y condiciones”, dijo la madre.
Las cifras de matrícula en los centros privados revelan que cada vez más padres de familia confían en este sistema como el más eficaz para la enseñanza de sus hijos.
En 2006 más de 73 mil menores fueron inscritos en escuelas y colegios privados, en 2007 la cifra sobrepasó los 77 mil y se estima que para el curso lectivo que recientemente se inició ronda los 81 mil.
Si bien el grueso de la matrícula en los centros educativos nacionales la tienen los entes públicos, para el curso de 2007, por primera vez en nueve años, esta se redujo en poco más de 24 mil alumnos (ver anotación en gráfico).
“Los costarricenses saben que en el país la enseñanza privada es muy cara, pero a la vez son conscientes de sus ventajas frente a la pública”, adujo Félix Cabalceta, presidente de la Asociación Costarricense de Centros Educativos Privados, quien consi
deró que desde inicios de la década de 1990 ha venido aumentando la oferta de instituciones privadas.
Entre las ventajas que imperan en la educación privada sobre la pública resaltan la cantidad de horas y lecciones de inglés y la infraestructura tecnológica de la que gozan sus instalaciones.
En promedio las instituciones privadas imparten 12 horas de inglés por semana, esto contrasta frente a las tres horas que enseñan algunas de las instituciones públicas y frente a otras que del todo no imparten este idioma.
De igual forma lo reducido del número de estudiantes por salón resulta llamativo para los padres de familia que prefieren la enseñanza privada, esto por una razón de atención más personalizada.
En un centro privado un grupo no sobrepasa los 20 alumnos, en un aula de una escuela pública un maestro o profesor puede llegar a atender 40 estudiantes.
“La enseñanza privada nació en función de la mala calidad de la enseñanza pública, mientras a duras penas en los centros educativos públicos enseñan inglés, en los privados ya se imparte un tercer idioma como el mandarín”, agregó Cabalceta.
Entretanto, las autoridades nacionales reconocen la brecha que existe entre ambos tipos de enseñanza, pero minimizan su impacto.
“Hay una percepción de que los centros privados son mejores que los públicos, unos hablan de la calidad de los profesores, de los horarios ampliados, pero yo no veo diferencia grande, más que las instalaciones y que hay más áreas para juegos”, argumentó Leonardo Garnier, ministro de Educación.
La labor de la actual administración por garantizar el acceso a la educación es “reconocible”, consideró el analista Allan Rapso, para quien es necesario que se revisen los pro
gramas y metodologías para que “respondan a las demandas del mundo actual y moderno”.



“No existe una diferencia grande”


En una entrevista con LA REPUBLICA, Leonardo Garnier, ministro de Educación, reconoció que en los últimos años ha venido creciendo la demanda en los centros educativos privados.

En los últimos años cada vez hay más costarricenses que optan por la educación privada según estadísticas del MEP, ¿a qué se puede atribuir esto?
Hay una parte de la población que es un porcentaje muy bajo que prefiere pagar por
la educación de sus hijos porque creen que se garantizan mayor calidad, mejor infraestructura y comodidades.

¿Y no es así?
Hay una percepción de que los centros p
rivados son mejores que los públicos, unos hablan de la calidad de los profesores, de los horarios ampliados, pero yo no veo diferencia grande, más que las instalaciones y que hay más áreas para juegos.

¿Pero la calidad de la enseñanza del inglés y la infraestructura tecnológica de los centros educativos?
Eso es relativo, porque a como hay centros educativos privados con muy buen nivel de inglés, hay otros con niveles muy bajos. En el caso de la educación pública lo hemos venido mejorando, en el caso de la tecnología hemos avanzado y lo seguiremos haciendo.

¿Cómo disminuir esa brecha entre los centros privados y los públicos?
No siento que sea una brecha por las condiciones de los centros públicos, estamos trabajando para fortalecer la educación, no existe una diferencia grande entre ambos tipos de educación, sino de la sociedad, como dice un refrán: es muy fácil estar en la cima, cuando se nació en la cima.

¿Qué están haciendo para fortalecer la educación de cara al bicentenario?
Debemos de aumentar la cobertura y la calidad, debemos tener una cobertura en la secundaria del 100%, aunado a esto estamos actualizando los programas técnicos, de inglés y capacitando docentes.








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