La comunicación muda
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 15 enero, 2016
La sociedad actual vive un cambio trascendental de su cultura: el lenguaje hablado está disminuyendo. Hoy, la mayor parte de personas utilizan los correos y los mensajes de texto como prioridad antes que hacer una llamada directa y hablar.
El inicio del siglo XX se caracteriza por la aparición de la “comunicación de masa”, que facilita la nueva tecnología. Ésta, en el siglo actual, ha “envuelto” a la persona al punto que la comunicación verbal está prácticamente amenazada y cada vez cae más en desuso, especialmente con la aparición y evolución de nuevas aplicaciones, sobre todo en los teléfonos celulares.
La socióloga Judith Lazar sostiene que estamos viviendo en una “sociedad comunicacional, aquella en la que toda persona está en relación potencial con todo el mundo” en cualquier momento del tiempo y el espacio, pero en ausencia del habla, sustituida por la escritura.
¿Hay algún problema con esto? La psicóloga Carmen Carrasco, Directora del Centro del mismo nombre, sostiene que la gente -en términos generales- en vez de “comunicarse con mirada y tono de voz, prefiere lo racional, a lo racional-emotivo, es una manera de ‘telégrafo’ en donde lo que cuenta es la urgencia del mensaje, versus el detenimiento, la interacción, la pausa y el interés en el acontecer afectivo”.
Entonces, ¿está el habla congelándose? Es decir, perdiendo lo que Carrasco llama el “acontecer afectivo”? La también psicóloga, doctora Karla Vargas, considera que el mensaje de texto “en efecto contribuye a atrofiar nuestros recuerdos,ya que no los activamos con sonidos, nuestra memoria no recordará las voces de familiares,amigos, conocidos”.
Se produciría una desactivación neurológica porque “…ya no necesitamos recordar fechas de cumpleaños, nombres con sus apellidos, números de teléfonos, porque todo lo grabamos en el celular. Si se nos extravía la memoria del celular porque perdemos el teléfono, nos volvemos casi fantasmas ante la sociedad porque todo lo manejamos en el teléfono”, agrega la Dra. Vargas.
Pareciera, cuando usted toma el teléfono y escribe mensajes, a lo largo del día muchas veces, ser parte de la “teoría del determinismo”, inventada por Harold Innis, de la escuela sociológica de Toronto, Canadá. La misma consiste en que la tecnología determina la manera en la que las personas de una sociedad reflexionan y se comportan, incluida la manera en la que interactúan con otros seres humanos dentro de su cultura.
En esta misma línea del “determinismo conductual”, ¿le ha sucedido que, quizá, por mensaje de texto usted se atreve a decir cosas que no diría en persona?
En un sondeo realizado por “Candilejas” a 35 personas, el 87% de ellas respondió “sí” a esta pregunta.
En ese sentido, se ve una ruptura total con la norma cultural de lo que el sociólogo E. Noëlle-Newmann llama la “espiral del silencio”. Ésta consiste en que la mayoría de personas prefieren callarse, autocensurarse, antes de dar una opinión distinta a la de la mayoría por temor a ser rechazadas, alienadas, o sea, limitadas socialmente.
Dicha forma de comportamiento se “quiebra” con los mensajes de texto, la parte emocional llamada “temor” desaparecería, por no tener a la persona al frente y así expresar lo que se desea sin miedos.
Tal vez, valdría la pena preguntarse –antes de enviar un mensaje por texto- si le conviene más hablar directamente, sobre todo si es con un ser querido.
Esta forma de comunicación no verbal se practica hoy en todas las sociedades alrededor del planeta. La pregunta es entonces, por una parte, si favorece o no la cercanía entre la gente; y por otra, qué realmente aporta a la humanidad, a la democracia y a la cultura de los pueblos.
Fuente: Lazar, Judith. “Sociologie de la communication de masse”. 1991.
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