País registró en 2022 y el año pasado el segundo y tercer registro más alto de su historia con más de 847 casos
Muertes por accidentes de tránsito se convierten en una epidemia silenciosa que rivaliza con los homicidios
Uso de cámaras para hacer multas automáticas, rediseño de vías con elementos de seguridad y educación vial desde la escuela son urgentes
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 26 marzo, 2024
Mientras el gobierno y una buena parte de los costarricenses se preocupan por el narcotráfico, el crimen organizado y las cifras récord de homicidios con 907 casos para el año pasado, una epidemia silenciosa avanza a gran velocidad en carretera.
Y es que Costa Rica vive literalmente un baño de sangre por los accidentes de tránsito.
En 2022, el país registró 847 personas fallecidas por culpa de un choque, vuelco o exceso de velocidad entre otras causas, mientras que el año pasado, la cifra subió a 855, de acuerdo con las estadísticas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quien a diferencia de la Policía de Tránsito, sí le da seguimiento a las personas que quedan malheridas después de un evento.
Se trata del segundo y tercer registro más grande de la historia para Costa Rica, ya que en 2016 un total de 890 personas murieron tras el volante.
Sin embargo, es claro que existe una tendencia, de acuerdo con expertos consultados por LA REPÚBLICA.
“En este momento, tenemos una epidemia silenciosa. Las fatalidades crecen y nada de lo que haya hecho el Estado hasta el momento ha logrado tan siquiera contenerlas”, dijo David Gómez, consultor en Movilidad Sostenible.
En ese sentido, la velocidad es el principal enemigo de las autoridades.
Solo para el primer bimestre de este año, se ha sorprendido a más de 500 conductores conduciendo a más de 20 kilómetros por hora por encima del límite permitido.
“La prisa por llegar al trabajo, a la cita médica, al centro de estudio no debe ser el norte que prevalezca en carretera. En el primer bimestre de este año, cada 2 horas con 34 minutos, en promedio, una persona fue sorprendida al volante abusando de la velocidad, al menos, en 20 km por encima del límite máximo”, dijo Oswaldo Miranda, Director de la Policía de Tránsito.
Hacer cumplir las leyes, generar conciencia y contar con un diseño de vías con mayor seguridad debe ser el norte que siga Costa Rica en cuanto a la seguridad vial.
Asimismo, se requiere de mayores recursos policiales y poner en funcionamiento un sistema automático de multas por medio de cámaras.
“Se necesita un control más efectivo, basado en multiplicar el escaso recurso humano y echar mano de tecnología de fotomultas. Endurecer leyes no sirve si los conductores no temen ser sancionados porque saben que es altísimamente improbable”, indicó Roberto Guzmán de Chepecletas.
Las soluciones
La educación vial es fundamental para reducir las muertes en carretera.
Y es que esta problemática se ha convertido en un asesino silencioso que casi iguala a los homicidios del año pasado (907). No obstante, los medios de comunicación y el gobierno hablan poco de esta problemática.
Estas serían algunas soluciones:
- Reducción de la velocidad mediante intervenciones físicas en la infraestructura, lo que implica el rediseño de ciertas intersecciones y zonas conflictivas
- Regular las motocicletas disfrazadas de bicis para que cumplan con todas las leyes
- Promover la educación vial desde edad preescolar
- Aumentar el personal de la policía de tránsito
- La implementación de cámaras y sensores de velocidad, como ya se había hecho anteriormente, para generar multas automáticas por exceso de velocidad
- Realizar operativos a las afueras de los bares y otros sitios donde se consuma licor
- Sanciones económicas más elevadas para conductas potencialmente mortales
- Pérdida de la licencia por 3 años para acciones peligrosas
- Restringir la velocidad en centros urbanos a no más de 30 kilómetros por hora
- Campañas de comunicación que ayuden a concientizar sobre el tema
Seguridad vial ante todo
Hacer cumplir las leyes, generar conciencia y contar con un diseño de vías con mayor seguridad debe ser el norte que siga Costa Rica en cuanto a la seguridad vial.
Mónica Araya
Presidenta
Instituto Nacional de Seguros
Previo a la Semana Santa, se realizó un operativo con varios aliados para promover la prevención de accidentes.
Se trata de una campaña que estará llevando a cabo el INS por todo el país, porque todos queremos un "Regreso Seguro".
Como empresa aseguradora, no podemos dejar de lado nuestra responsabilidad en la prevención de accidentes.
Por eso, durante esta Semana Santa, nuestra campaña de prevención estará enfocada en los sitios turísticos, playas, montañas de nuestro país y las zonas de mayor accidentabilidad.
David Gómez
Consultor
Movilidad Sostenible
La irresponsabilidad es un problema generalizado, producto de un mal diseño vial y la ausencia de controles estrictos.
Los motociclistas no son más irresponsables que los conductores; simplemente, su vehículo es más versátil y les permite hacer más cosas indebidas.
Se necesita un control más efectivo, basado en multiplicar el escaso recurso humano y echar mano de tecnología de fotomultas. Endurecer leyes no sirve si los conductores no temen ser sancionados porque saben que es altísimamente improbable.
En este momento, tenemos una epidemia silenciosa. Las fatalidades crecen y nada de lo que haya hecho el Estado hasta el momento ha logrado tan siquiera contenerlas.
Roberto Guzmán
Presidente
Chepecletas
Tenemos que darle la importancia que merece al problema y visibilizarlo, así como implementar soluciones.
No es posible que pasen los gobiernos, se siga invirtiendo dinero en el Consejo de Seguridad Vial y demás instancias relacionadas con el tema y no se exijan resultados ni se señalen responsables.
No se trata solamente de personas conductoras de motocicletas, sino de todas las personas que conducen vehículos motorizados.
Uno de los factores más importantes relacionados con las muertes en carretera es la velocidad, ya que a mayor velocidad, mayor la probabilidad de una fatalidad.
Es importante enfocarse en la reducción de la velocidad en nuestras carreteras.
Oswaldo Miranda
Director
Policía de Tránsito
La prisa por llegar al trabajo, a la cita médica, al centro de estudio no debe ser el norte que prevalezca en carretera.
Aceptar que hay que levantarse más temprano o que la carretera libre, con pocos vehículos en la noche o madrugada, tampoco debe ser un estimulador de esta irresponsabilidad.
En el primer bimestre de este año, cada 2 horas con 34 minutos, en promedio, una persona fue sorprendida al volante abusando de la velocidad, al menos, en 20 km por encima del límite máximo.