Nota de Tano: Francia jugó para Mbappé; el PSG, no.
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Miércoles 18 julio, 2018
Francia jugó para Mbappé; el PSG, no
El espectacular desempeño del joven Kylian Mbappé en la línea de metralla de la selección francesa, campeona del mundo, contrasta bastante con su también notable fútbol que muestra en el PSG, pero sin premio final.
Se supone que una tripleta de ataque formada por Mbappé, Edinson Cavani y Neymar, es de mayor calidad que la que integra el ataque francés, con el mismo Mbappé, Olivier Giroud y Antoine Griezmann.
Ahora: ¿por qué Mbappé se ve mejor jugando con Francia que en el PSG, si en este equipo tiene mejores compañeros en ataque?
La respuesta es muy simple: es asunto de egos.
Mientras que a Griezmann y menos a Giroud, les importa un pepino que su joven compañero se lleve los honores como el último, de ser seleccionado el mejor futbolista joven del Mundial, para el ególatra atacante brasileño, Neymar, eso es imposible y no lo va a permitir.
En el Paris Saint-Germain, Neymar es la estrella y Mbappé un simpático joven todavía “segundón”.
En Francia es todo lo contrario: Mbappé es el astro, mientras que sus compañeros Giroud y Griezmann se hacen a un lado, para que el niño mimado del equipo arrastre con los honores.
Y ojo que hablamos de equipo, que es el otro punto bien interesante. La selección de Francia jugó y campeonizó como equipo, mientras que el PSG es un conglomerado de estrellas individuales, que transitan cada una por su lado, en carrera angustiante y opresora para no perder la luz.
Otro ejemplo de esto es el diferente rol táctico que cumple el atacante central de cada equipo: el uruguayo Cavani es una estrella del fútbol mundial. Su calidad individual no merece la mínima duda y en Rusia nos deleitó con goles hermosos.
Pero: ¿quién le aporta más sacrificio al equipo? ¿Don Edinson en el PSG o Giroud en la selección de Francia?
Vimos que don Olivier no metió un solo gol en el Mundial y fue titular los siete partidos con Francia.
¿Qué le aplaude entonces el mundo?
Su sacrificio por el equipo, sacrificio que lógicamente ayuda al lucimiento de Mbappé.
Y si comparamos el ego de Neymar, con la humildad de Antoine Griezmann, un pan dulce completo, podemos sacar nuevas conclusiones del porqué Kylian Mbappé a sus 19 años, fue estrella en Rusia, pero su club, el Paris Saint-Germain, se quedó sin Champions a pesar de su poderosa tripleta de ataque.
¿Pesó la ausencia en la final de Champions del lesionado Neymar? No lo creo. La lucha de egos en el PSG venía desde antes.
gpandolfo@larepublica.net
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