Presupuesto 2019 ¿triunfo o debacle?

El presupuesto presentado el viernes pasado por el gobierno podría interpretarse de forma positiva o negativa, incluso las dos secciones abajo pretenden analizarlo desde ambas perspectivas.

Lo que queda claro es que el gobierno enfrentará un déficit sumamente alto, sobre todo por el costo del servicio de la deuda.

Por otro lado, se logró evitar un incremento en los gastos corrientes, mientras el gobierno sigue negociando un pacto, que representaría un paso crítico en mejorar las finanzas públicas.

Entretanto, los lectores de La República tienen una perspectiva levemente positiva acerca del presupuesto, de acuerdo con un sondeo celebrado ayer de forma digital.

El presupuesto de 2019 es un paso positivo

Las finanzas públicas seguirán mejorando, a través de una combinación de aumentos de impuestos y reducción de costos, que esperamos entren en vigor antes de fin de año.

Mientras tanto, este es el primer presupuesto en la historia moderna de Costa Rica, que reduce los gastos corrientes.

En un clima de confianza renovada, financiaremos al gobierno en 2019 a un precio razonable.

Sí, habrá un aumento en el déficit, pero esto se debe a factores fuera del control de esta administración.

El mayor contribuyente al déficit —un aumento del 52,6% en el costo del servicio de la deuda— es el resultado de un gasto excesivo por parte de los tres gobiernos anteriores.

Otro factor —un incremento en el costo de las pensiones— es el resultado de una gran cantidad de personas que se jubilan.

 

Presupuesto 2019: bienvenido a uno de los peores déficits de las Américas

Nadie sabe si el gobierno logrará o no que el sector privado y los sindicatos acuerden un programa de reforma fiscal que mejore las finanzas públicas.

Mientras tanto, el presupuesto de 2019 hará poco o nada para fortalecer la economía.

Un recorte en los gastos corrientes de menos del 1% proviene de casi eliminar la inversión en las obras, las que podrían ayudar a que Costa Rica incremente la eficiencia.

En cambio, el gobierno aumentará la compensación para los empleados del sector público, siguiendo el mismo patrón que sus tres predecesores.

Es cierto que el alto costo en 2019, sea del servicio de la deuda o de las pensiones, no fue causado por la administración Alvarado.

Pero cuando las pérdidas del gobierno en 2019 alcanzarán el casi 8% del valor de la producción nacional, uno de los mayores déficits en las Américas, necesitamos una respuesta mejor que “No es nuestra culpa”.