Sandra Cauffman: “Empecemos a decirles a las niñas que el cielo es el límite”

El Día Internacional de la Mujer es la oportunidad que tiene la sociedad para detenerse y reflexionar sobre las barreras que se imponen por cuestiones de género.

Sobre esas barreras se manifestó Sandra Cauffman, directora adjunta de la División de Ciencias de la Tierra de la NASA, quien tuvo que sortearlas para llegar a ser una mujer exitosa.

Esto conversó con LA REPÚBLICA en el marco del Día Internacional de la Mujer.

¿Cree que la pandemia ha aumentado la brecha de género entre hombres y mujeres?

Sí, la ha agravado en cierta forma porque las mujeres tuvieron que dedicar más tiempo a labores domésticas y tener sus niños en las casas debido a la virtualidad.

¿Considera que Costa Rica está retrasado en materia de igualdad de oportunidades para las mujeres?

Costa Rica está retrasado, sí, pero entiendo que es una situación global que tomará muchos años revertir.

Es importante también reconocer los avances que hemos tenido, como más mujeres en carreras de STEM, pero también debemos darles a las mujeres las herramientas para que tengan mayor autonomía para tomar sus propias decisiones y ser lo que ellas quieran ser.

Lea más: Sandra Cauffman: “Agencia espacial puede traer mucho beneficio económico a Costa Rica”

Debemos dejar de poner a las mujeres en un huequito y ponerles etiquetas, abrir campos para que ellas contribuyan en todos los aspectos que engloban a la sociedad, y no solo en los que típicamente las encasillan.

¿Cómo erradicar estas brechas por género en el país?

Empecemos por educar a nuestras niñas, enseñarles que el cielo es el límite, que el hecho de ser mujeres no les impida hacer lo que les gusta o lo que quieren llegar a ser.

El problema es que hemos plantado semillas malas en muchas muchachas, que vienen con prejuicios desde que son pequeñas y eso las limita. Se escuchan cosas como que la matemática es muy difícil, que no pueden trabajar porque tienen que cuidar a la familia y no sé que otros cuentos nos meten.

Quiero decirles a ellas que todo es posible y que labrar su camino desde pequeñas es responsabilidad de sus padres.

¿Usted personalmente cómo rompió esas barreras de género para llegar donde está?

Tengo que decir que mi madre fue muy fuerte y eso me lo transmitió. Vivir todas sus luchas me ayudó para entender que todo lo que yo me propusiera lo podía lograr si yo ponía el esfuerzo suficiente.

Lea más: Reincorporar a la mujer al mercado laboral: el reto post Covid-19

A veces las mismas familias nos ponen en la cabeza el rol de víctimas: ‘no podemos porque somos pobres, no podemos porque somos mujeres… y eso se interioriza muchas veces’.

Mi mamá nunca me puso barreras, me enseñó que no hay que nunca hay que darse por vencido y cuando hay gente que te quiera ‘apachurrar’ o ‘pisotear’, hay que seguir.