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Un 89% de los peces en Parque Marino Las Baulas contiene microplásticos

Jeffry Garza jeffrygarza.asesor@larepublica.net | Jueves 29 abril, 2021 09:41 a. m.


un pez en medio de círculo de botellas de plástico
Imagen con fines ilustrativos. Shutterstock/La República


Los productos marinos que llegan hasta su mesa podrían contener microplásticos.

Así lo determinó un estudio sobre la presencia de microplásticos en especies marinas de alto interés comercial (peces y crustáceos) realizado por María Angélica Astorga, de la carrera de Ingeniería Ambiental del Tecnológico de Costa Rica (TEC).

La investigación descubrió que el 89% de los peces y el 76% de los crustáceos analizados en el Parque Nacional Marino Las Baulas cuentan con presencia de microplásticos dentro del sistema digestivo.

Este análisis se realizó en el 2020, como parte del proyecto de graduación de Astorga y, a su vez, contó con el apoyo de la doctora Karol Ulate, investigadora de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional (UNA).

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Su objetivo era determinar la presencia de estos contaminantes en especies carnívoras y analizar si existen diferencias según los compartimentos del ecosistema en donde habitan estos organismos.

La investigación se enfocó, específicamente, en dos tipos de organismos: peces epipelágicos (habitan en la columna de agua) y crustáceos bentónicos (habitan en el fondo marino).

Para realizar los estudios respectivos, los organismos fueron capturados con la ayuda de biólogos marinos de la UNA, mediante el uso de caña y carrete. Luego fueron disectados en un área previamente preparada para su posterior preservación en hieleras.

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En el laboratorio se realizó una digestión química (descomposición de los alimentos) del sistema digestivo y del tejido muscular de la especie. Finalizado este proceso, el líquido extraído fue filtrado a través de un tamiz (cedazo).

El residuo retenido en el tamiz es lavado cuantitativamente con agua destilada para asegurar su correcto trasvase a una placa Petri (recipiente especial) previamente limpio e identificado para su uso.

Posterior a ello, se le retira la humedad de la placa Petri en un horno.

"Al estar seco, el residuo se observa bajo un estereoscopio con cámara con el fin de documentar todas las posibles partículas de microplástico, caracterizando su color, tamaño y forma; y extrayendo ciertas piezas para un análisis fisicoquímico", puntualizó Astorga.


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