Logo La República

Jueves, 28 de noviembre de 2024



COLUMNISTAS


Ayudando a familias de Limón

Carlos Denton cdenton@cidgallup.com | Miércoles 16 julio, 2014


¿Tiene potestad Aresep de cuestionar el tamaño y naturaleza de las planillas de Recope cuando decide el costo del combustible?


Ayudando a familias de Limón

¿Quiere usted ayudar a una familia de Limón? ¡Felicidades! Ya lo está haciendo. Las familias que reciben su apoyo financiero tienen empleos seguros, vacaciones, bonificaciones, todo tipo de día libre y definitivamente no viven en pobreza. Son funcionarios redundantes de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
Sobran estos trabajadores porque, no obstante el nombre de esta empresa, no “refina” petróleo. Se estima que un 20-25 por ciento de la planilla de Recope se paga a personal que se ocuparía “refinando” si algún día tuviera una planta capaz de importar petróleo crudo y convertirlo en gasolina, diesel y otros productos.
Excepto que usted se transporte exclusivamente en bicicleta, carreta, a caballo o en cayuco, usted está aportando todos los días a la manutención de estos trabajadores y sus familias.
Si Recope fuera una empresa “privada,” horror de horrores para los que insisten en hablar de las “conquistas sociales” del país, ya hubieran recibido sus prestaciones estos funcionarios. Pero como es una entidad estatal, en la decisión de mantenerlos o no hay connotaciones políticas. Hablan los políticos que controlan a Recope del alto desempleo en Limón y el impacto negativo que tendría reducir aún más la cantidad de empleos disponibles.
Es importante señalar que el sindicato de Recope se muestra muy preocupado por el empleo en Limón cuando se trata de sus miembros, pero no así cuando se oponen ferozmente a la llegada de APM Terminals, el puerto de contenedores previsto para Moín.
Mientras tanto el costo de estos trabajadores redundantes de Recope aporta, aunque por unos pocos colones por litro, a convertir la gasolina en Costa Rica en la más cara del istmo centroamericano. En el país el galón de regular actualmente cuesta $5,47, mientras que en Panamá, el vecino pujante con crecimientos del Producto Interno Bruto PIB del 6 a 8 por ciento anuales, vale $4,16.
El país que tiene un precio que más asemeja al de Costa Rica es Nicaragua con $4,99 por galón; el combustible, importado a precios de Petrocaribe al vecino del norte (casi regalado), es caro porque tiene que aportar a los “programas sociales” del presidente Daniel Ortega y su Gobierno.
Pero en Costa Rica hay un efecto multiplicador, porque el ICE genera electricidad en parte con productos vendidos por Recope. Entonces todos aportan a las familias de los empleados redundantes de la refinadora excepto si además de viajar en bicicleta, carreta, a caballo o en cayuco no poseen servicio de luz eléctrica en sus hogares.
¿Tiene potestad la Aresep de cuestionar el tamaño y la naturaleza de las planillas de Recope cuando decide si aprueba o no otro aumento en el costo del combustible? ¡Lo dudo!
Un factor importante en la competitividad de Costa Rica es el costo de la energía. Si construir una nueva capacidad refinadora en Limón significa, además de más empleos para limonenses, un precio reducido de forma importante en el costo del combustible, sería conveniente seguir adelante.


Carlos Denton
cdenton@cidgallup.com
 

NOTAS ANTERIORES








© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.