Bonos a largo plazo no son tan sexis
Carolina Acuña cacuna@larepublica.net | Lunes 27 junio, 2011
Tasas ofrecidas por el gobierno no seducen a inversionistas
Bonos a largo plazo no son tan sexis
Durante este año el 63% de los bonos de deuda que ha emitido el Gobierno (tanto interna como externa) está a un plazo menor a cinco años. Lo que refleja que los ticos no tienen entre los favoritos de su portafolio los bonos a largo plazo en colones o dólares, sobre todo los de tasa fija.
En el primer semestre de este año de los ¢840 millones colocados en subasta solo ¢82,5 millones son bonos de tasa fija con vencimiento a 2020.
Expertos consultados dan en el clavo: esos bonos no pagan lo suficiente, son poco líquidos y por ello no generan incentivos ni para el inversionista ni para el trader, quien gana comisión cada vez que los transa.
“Los títulos de largo plazo podrían ser más demandados si su tasa facial fuera superior, de modo que mitigue un poco su duración y generen a los inversionistas un mejor flujo de caja”, dijo Marvin Sánchez, gerente general de Popular Valores.
Asimismo, el rumor y la especulación de que las tasas pueden subir en el mediano plazo (como actualmente se cree por el déficit fiscal) hacen que los inversionistas institucionales tengan preferencia por la porción corta de la curva de bonos.
“Si la cartera está concentrada en el largo plazo, es mucho más sensible a corrección en los precios ante un incremento del nivel general de tasas de interés. Por eso no se logran colocar efectivamente los bonos largos” ,explicó Joaquín Patiño, gerente de Ventas de Mercado de Valores.
Otra razón es que los inversionistas de Costa Rica, son adversos al riesgo. “Prefieren inversiones de corto plazo siendo algo conservadores en tomar posiciones de largo plazo, la escasez de inversiones de instrumentos a ese plazo y la volatilidad que genera la política económica en el país (sobre todo lo relacionado con el déficit fiscal), limita a los inversionistas a estructurar carteras con este tipo de inversiones”, añade Mario Rivera, gerente del Banco de Costa Rica.
Una manera de mitigar esas desconfianzas del mercado son los bonos indexados, que siguen un indicador como puede ser la inflación y pagan un premio, lo que reduce el riesgo a variaciones en tasa de interés.
Actualmente esos son los bonos que más ha colocado el gobierno a plazos mayores a cinco años.
Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net
Bonos a largo plazo no son tan sexis
Durante este año el 63% de los bonos de deuda que ha emitido el Gobierno (tanto interna como externa) está a un plazo menor a cinco años. Lo que refleja que los ticos no tienen entre los favoritos de su portafolio los bonos a largo plazo en colones o dólares, sobre todo los de tasa fija.
En el primer semestre de este año de los ¢840 millones colocados en subasta solo ¢82,5 millones son bonos de tasa fija con vencimiento a 2020.
Expertos consultados dan en el clavo: esos bonos no pagan lo suficiente, son poco líquidos y por ello no generan incentivos ni para el inversionista ni para el trader, quien gana comisión cada vez que los transa.
“Los títulos de largo plazo podrían ser más demandados si su tasa facial fuera superior, de modo que mitigue un poco su duración y generen a los inversionistas un mejor flujo de caja”, dijo Marvin Sánchez, gerente general de Popular Valores.
Asimismo, el rumor y la especulación de que las tasas pueden subir en el mediano plazo (como actualmente se cree por el déficit fiscal) hacen que los inversionistas institucionales tengan preferencia por la porción corta de la curva de bonos.
“Si la cartera está concentrada en el largo plazo, es mucho más sensible a corrección en los precios ante un incremento del nivel general de tasas de interés. Por eso no se logran colocar efectivamente los bonos largos” ,explicó Joaquín Patiño, gerente de Ventas de Mercado de Valores.
Otra razón es que los inversionistas de Costa Rica, son adversos al riesgo. “Prefieren inversiones de corto plazo siendo algo conservadores en tomar posiciones de largo plazo, la escasez de inversiones de instrumentos a ese plazo y la volatilidad que genera la política económica en el país (sobre todo lo relacionado con el déficit fiscal), limita a los inversionistas a estructurar carteras con este tipo de inversiones”, añade Mario Rivera, gerente del Banco de Costa Rica.
Una manera de mitigar esas desconfianzas del mercado son los bonos indexados, que siguen un indicador como puede ser la inflación y pagan un premio, lo que reduce el riesgo a variaciones en tasa de interés.
Actualmente esos son los bonos que más ha colocado el gobierno a plazos mayores a cinco años.
cacuna@larepublica.net