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El derecho humano a la democracia y al referéndum

Óscar Álvarez Araya oalvarezcocr@gmail.com | Jueves 23 mayo, 2024


Como demócratas que somos, es importante recordar el derecho humano a la democracia, como un derecho esencial de todos y cada uno de los pueblos de América y del mundo.

En ese contexto es importante destacar el artículo 1 de la Carta Democrática Interamericana que sostiene:

“Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de la Américas.”

La democracia empieza con la realización de elecciones libres, justas, competitivas y transparentes como medio para que se exprese la voluntad y la soberanía popular. Allí comienza el itinerario de la democracia.

Pero la democracia no se agota en la simple realización de elecciones.

La democracia es un sistema de vida y de gobierno que nace de la mayoría de los ciudadanos hasta el punto de que en otros tiempos se le llamaba gobierno mayoritario. Pero se hace efectivo con respeto a la minoría, la cual eventualmente puede convertirse en algún momento como la nueva mayoría.

Dicho gobierno de la mayoría con respeto a la minoría ha de realizarse en un marco de estado de derecho, donde los ciudadanos disfrutan de la igualdad ante la ley y de su derecho a participar.

La democracia representativa moderna es inseparable del estado de derecho, del imperio de la ley y del debido respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Dentro de los parámetros del estado de derecho se establece el gobierno limitado, la independencia del poder judicial y la división y equilibrio entre los diferentes poderes del estado que dan lugar al conocido sistema de frenos y contrapesos. Es decir la conocida fórmula para que el poder limite y controle al poder y permita el ejercicio de la libertad política.

La democracia representativa es inconcebible sin la participación ciudadana, pues el mismo proceso de las elecciones libres, justas, competitivas y transparentes sería impracticable sin la participación electoral del ciudadano, sea como candidato a los cargos de elección popular y función pública o como simple votante y elector.

Sin embargo las formas de la participación ciudadana se han ido diversificando y enriqueciendo con el paso del tiempo. La democracia moderna actual es representativa y participativa.

El ejercicio de la democracia se fortalece y profundiza con la participación de la ciudadanía. En ese contexto recordamos el artículo 6 de la Carta Democrática Interamericana:

“La participación de la ciudadanía en las decisiones relativas a su propio desarrollo es un derecho y una responsabilidad. Es también una condición necesaria para el pleno y efectivo ejercicio de la democracia. Promover y fomentar diversas formas de participación fortalece la democracia”.

La participación de la ciudadanía y de la sociedad civil se ha convertido en uno de los temas cruciales de nuestro tiempo.

La democracia participativa de nuestros días incluye al referéndum como uno de sus mecanismos. El referéndum constituye una consulta a la totalidad del pueblo convertido en cuerpo electoral. En vez de delegar su soberanía en los representantes del pueblo la ejerce directamente sin intermediarios. Otras formas de la democracia directa incluyen también el plebiscito, la iniciativa popular en la formación de la ley y la revocatoria del mandato.

En Costa Rica el referéndum fue aprobado como un mecanismo constitucional desde mayo de 2002 y se organizó el primero durante el mes de setiembre del año 2007. En nuestro país, por primera vez en la historia de la humanidad, se realizó un referéndum para preguntar al pueblo si apoyaba o rechazaba el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Centro América y la República Dominicana. El resultado es de dominio público y la experiencia fue positiva para el enriquecimiento de nuestra vida cívica y democrática.

Como costarricenses, sigamos ejerciendo el derecho humano a la democracia, la cual se ha visto fortalecida y diversificada con el referéndum y con otras formas de participación ciudadana totalmente contempladas dentro de nuestra Constitución Política y con pleno respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Como demócratas y como costarricenses, tenemos el derecho humano a la democracia… y al referéndum.

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