El “Golden Card” de EE.UU.… ¿Y el de Costa Rica?

Herman Duarte HD@simple-legal.consulting | Miércoles 26 febrero, 2025

El 25 de febrero, el expresidente Donald Trump anunció la creación de un nuevo programa de migración llamado “Golden Card”, que permitirá a una persona adquirir la residencia en Estados Unidos tras invertir USD$5.000.000. Aunque aún no se han dado detalles específicos sobre su implementación, la lógica detrás de este tipo de esquemas —conocidos como Golden Visas— es atraer personas de alto poder adquisitivo que dinamicen la economía en lugar de competir con la población local por empleos o viviendas económicas.

Estos programas están en vigor en numerosos países como Portugal, Grecia, Malta, España, Hungría, Canadá, Emiratos Árabes Unidos y varias islas del Caribe. Panamá, nuestro vecino del sur, ofrece una Golden Visa con opciones de inversión muy competitivas, incluyendo:

1. Inversión en bienes raíces: USD$300,000.

2. Inversión en la Bolsa de Valores panameña: USD$500,000 (mínimo 5 años).

3. Depósito a plazo fijo en un banco panameño: USD$750,000 (mínimo 5 años).

¿Costa Rica tiene una Golden Visa?

Sí, aunque con un enfoque distinto. Costa Rica cuenta con programas de residencia bajo las Leyes 9996 y 10008, diseñadas para atraer inversionistas, rentistas y pensionados.

1. Ley 9996: Residencias para Inversionistas, Rentistas y Pensionados

Desde julio de 2021, esta ley ofrece beneficios migratorios y fiscales a extranjeros que buscan residir en Costa Rica a través de tres categorías:

• Inversionista: Inversión de USD$150,000 en bienes raíces, acciones de empresas locales registrados en Hacienda, vehículos, títulos valores y otros.

• Rentista: Prueba de ingresos pasivos de al menos USD$2,500 mensuales por dos años (USD$60,000 en total) de fuente extranjera o local.

• Pensionado: Pensión vitalicia mínima de USD$1,000 mensuales.

Estas residencias se otorgan por dos años y son renovables. Tras tres años, el residente puede solicitar la residencia permanente, y luego de cinco o siete años (según la nacionalidad), puede naturalizarse (aplicando a otro proceso que toma 255 dias hábiles).

2. Ley 10008: Residencia para Nómadas Digitales

Promueve la llegada de trabajadores remotos con ingresos mínimos de USD$36,000 anuales (o USD$48,000 en el caso de familias), otorgando un permiso de 12 meses, renovable por 12 meses más.

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¿Estamos atrayendo al migrante que queremos?

La migración regulada y bien estructurada puede beneficiar a un país, pero es fundamental asegurarse de que los migrantes que llegan contribuyan realmente a la economía y a las comunidades (no todo es plata pues). Costa Rica enfrenta una creciente presión en infraestructura, acceso a vivienda y empleo, lo que hace necesario replantear su política migratoria.

Hoy en día, el sistema migratorio permite la llegada de personas con recursos limitados, muchas de las cuales buscan alquileres baratos, desplazando a la población local y generando preocupaciones sobre gentrificación. Tampoco es decir que los únicos migrantes a recibir sean de plata, sino que la política migratoria debe asegurar que quienes llegan a Costa Rica puedan contribuir de manera sostenible y positiva a la sociedad.

Para lograrlo, propongo las siguientes reformas:

1. Endurecer las reglas para turistas perpetuos

• Prohibición total de los "border runs": Muchas personas evitan la residencia formal saliendo del país cada 90/180 días para renovar su estatus de turista. Esto debe eliminarse. La DGME puede circular una directriz de manera que ordene a todo su personal que si ven a alguien con más de 4 sellos de entradas al año en el país, que no lo dejen pasar o que le amonesten que debe aplicar a una categoría migratoria.

• Aumentar Y APLICAR las multas: Pasar más tiempo del permitido como turista actualmente tiene una multa de USD$100, que hasta mi entender, no es enforzable cobrarle. Debería aumentarse a un monto que realmente duela irrespetar, de la mano con una prohibición de reingreso por un período de tiempo, para generar el incentivo de respetar las normas del país.

• Reducir el tiempo máximo de estancia turística: Actualmente, Costa Rica permite que una persona ingrese en su calidad de turista hasta 180 días. Un límite de 90-100 días sería más razonable, de tal forma que quien quiera quedarse más tiempo, pues buscará aplicar a alguna de las categorías disponibles.

2. Ajustes en la categoría de rentista

• Eliminar la opción de demostrar ingresos desde el extranjero. El dinero debe ingresar a un banco costarricense para ser válido, garantizando que fluya dentro de la economía local.

3. Reformar la categoría de pensionado

• Aumento de la pensión mínima a USD$5,000: Muchos jubilados vienen a Costa Rica para aprovechar un sistema de salud accesible, pero aportan muy poco a la economía. Un requisito más alto aseguraría que sean económicamente autosuficientes.

4. Crear una nueva categoría por Contribucion Social/Impacto comunitario, de la mano con una suerte de Amnistía para turistas perpetuos..

Costa Rica no solo necesita inversión financiera, sino también capital humano valioso. Si bien es cierto ese capital humano puede ingresar por medio de la categoría de Estancia profesional, algunas profesiones específicas o por Residencia Temporal como profesional especializado bajo dependencia o por cuenta propia, también se puede crear una “Residencia por Contribución Social" o "Residencia de Impacto Comunitario", destinada a personas que, aunque no tengan un gran capital económico, pueden aportar significativamente a la comunidad costarricense a través de su talento, conocimiento o trabajo en áreas de alto impacto social.

Esta propuesta vendría a ser similar a la Visa EB-2 con Exención por Interés Nacional (NIW - National Interest Waiver) que ofrecen en EUA que permite a profesionales altamente calificados (con la diferencia que debería también ser para personas sin títulos) puedan obtener la residencia sin necesidad de una oferta de trabajo o patrocinador, siempre que puedan demostrar que su presencia beneficiará significativamente al país. Este beneficio se otorga a individuos con educación avanzada o habilidades excepcionales en áreas como salud, ciencia, tecnología, emprendimiento social, medio ambiente, cultura y educación. Para calificar, la persona debe probar que su trabajo tendrá un impacto sustancial y de gran interés nacional.

Muchas personas sin grandes fortunas pueden aportar muchísimo al país, al mejorar la calidad de vida de los costarricenses a través de su trabajo y conocimientos. Este sistema garantizaría que quienes lleguen sin dinero no compitan, sino que generen valor en sectores que realmente lo necesitan. Por ejemplo, un biólogo marino que quiera trabajar en la conservación de tortugas en Guanacaste, un médico dispuesto a prestar servicios en comunidades rurales con acceso limitado a salud, un profesor de idiomas/deportes que ayude a enseñar inglés/habilidades en zonas donde la educación pública es limitada o un artista que desarrolle proyectos culturales con comunidades.

De la mano con esta iniciativa, se podría ofrecer una amnistía migratoria selectiva para aquellos extranjeros que han vivido en Costa Rica durante años sin regularizarse, dependiendo de border runs para extender su estadía. En lugar de expulsarlos sin más, se les daría la oportunidad de demostrar su impacto positivo en el país. Si han generado empleo, trabajado en proyectos comunitarios o aportado en áreas clave, podrían optar por una residencia temporal con opción a permanencia. Pero si no han contribuido de ninguna manera, sería el momento ideal para que sigan con su vida en otro lugar. Así, Costa Rica retendría a quienes realmente suman, mientras deja atrás la cultura del turista perpetuo que no aporta al desarrollo del país.

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Conclusión

Costa Rica necesita atraer migrantes de alto nivel económico y social. No personas que vengan a buscar alquileres baratos, a presionar el sistema de salud y empleo. Las reformas propuestas fortalecerían la economía y evitarían los efectos negativos de la migración descontrolada.

El país debe preguntarse: ¿Queremos atraer inversionistas que construyan y generen empleo, líderes sociales que ayuden a tejer las fabricas de la sociedad o turistas perpetuos que drenan los recursos locales?

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