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El Dalái Lama y el No

Pedro Oller poller@ollerabogados.com | Martes 19 enero, 2010


El Dalái Lama y el No

Primicia de fin de semana: Dice don Ottón que —a fin de desligarse del gobierno de los Arias— rebautizará el Estadio Nacional como Dalái Lama. ¡Hurra! Qué idea tan novedosa y tan cargada de contenido.
No solo hacemos el feo de ser malagradecidos con quienes han regalado, ejecutado y (esperamos) entregado la obra, sino que también nos dejamos en evidencia a nivel mundial. Caray, don Ottón, ¿no tiene más que aportar?
A fin de ayudarle, aunque no me lo ha pedido porque lo del Dalái Lama le vino por inspiración divina, y el Dalái ni me dijo si estaba agradecido u ofendido, se me ocurren algunas otras:
Si gana Fishman: Apoyo incondicional a la industria de la pesca. No importa cuál: artesanal, turística, industrial. Aquí, el afán es por la persona, no por quienes viven de la actividad. El beneficio de la duda gana: Referirse al menos malo, es cumplir con el eslogan máxime si se enaltece el apellido.
Si gana Laura: Apoyo incondicional a la industria de muñecas. No vaya a ser que el entretelado de la campaña se pierda, cuando puede sacar tanto provecho. No importa si resulta, al ego bien le caen unas cuantas marionetas.
Si gana Ottón: La lucha es abierta contra el statu quo, no importa pero importa mucho que sean los Arias. Irá contra el fútbol en el tanto y en el cuanto, no solo ha tocado el estadio nacional, sino que reniega de las privatizaciones del Saprissa, de Pérez Zeledón y los demás: que salgan sobrando.
Si gana Otto: No más Tica Linda, vamos por Ticos Lindos. Guapo el gallo, ¡viva la Pepa! Y también el rubor, que mucha falta le ha hecho en la contienda pero que reboza en los anuncios.
¡Qué campaña tan absurda! En medio de negaciones y de aberraciones, dos que se dicen candidatos, se han hecho a un lado para apoyar a un tercero. Constitucionalmente imposible, moralmente cuestionable (¿y quiénes les favorecían?).
Así como Ottón ha decidido rebautizar algo no existente, y reiterarse en malagradecido, pienso que puede pasar con obras que los candidatos puedan coronar:
Si gana Laura: Carretera San José - Caldera, hacía falta una cartera.
Si gana Otto: Aeropuerto Juan Santamaría, hacía falta una foto mía.
Si gana Fishman: Más seguridad, porque el menos malo da tranquilidad a punta 'e palo.
Si gana Ottón: Hagamos de estas coaliciones, todas las que se requieran, porque aparecemos en noticiones.

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