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El gobierno es codependiente

Carlos Denton cdenton@cidgallup.com | Miércoles 14 octubre, 2015


Es más, sin el impuesto al combustible y en las condiciones actuales, el gobierno hubiera colapsado

El gobierno es codependiente

La publicidad de productos con contenido alcohólico por ley tiene que incluir una advertencia sobre las implicaciones del consumo en la salud de la persona.
Y el gobierno vigila para que se cumpla este reglamento, que tiene como objetivo reducir el consumo de estas bebidas. Pero la verdad es que si hubiera una reducción importante repentina en el consumo, se provocaría un pánico en el fisco.
Dada la crisis fiscal, el gobierno necesita que consuman más bebidas alcohólicas los costarricenses. Igual que los codependientes que han modificado su comportamiento para acomodar al miembro de la familia que es alcohólico, el gobierno depende para su existencia (pagar planillas) por lo menos en parte en que los habitantes sigan consumiendo licor.
En otro ejemplo, el Ministerio de Ambiente se preocupa por el impacto ecológico de operar en el país tantos vehículos que usan combustibles derivados del petróleo con sus emisiones tóxicas, pero si no se importaran tantos automóviles y tanto combustible, que soportan una carga impositiva muy fuerte, no habría cómo mantener a flote al Estado.
Es más, sin el impuesto al combustible y en las condiciones actuales, el gobierno hubiera colapsado.
Esta contradicción no parece molestar a los ambientalistas que llegan en sus vehículos propios (a veces hasta en SUV) para trazar estrategias para bloquear el proyecto endiablado del momento (Crucitas, Cafta, APM, etc.).
Hay varios ejemplos más de esta situación contradictoria, pero desde la perspectiva del fisco lo ideal es que todos tomen bebidas alcohólicas desde temprana edad, y bastantes, y que no usen el transporte público.
Peligroso para la carretera tener tantas personas manejando vehículos y tomando bebidas alcohólicas, pero bueno, para recaudar impuestos hay que sufrirlo.
Al país, con su compromiso de llegar a la carbono neutralidad en 2020 a más tardar, el primero en el mundo de hacerlo, le sirve que cada vez más habitantes usen energía solar para sus hogares —que se desconecten del ICE y que manejen sus necesidades energéticas independientemente.
Pero los impuestos a los paneles solares actualmente son bastante elevados y para el propietario de una casa su adquisición es muy difícil. Si se bajan los impuestos y se comienza a generalizar el uso de este tipo de energía al gobierno no le sirve. ¿Qué hará con el ICE y toda su fuerza laboral? ¿Cómo sustituirá los impuestos de venta que recolecta sobre la electricidad y los aranceles que cobran sobre los paneles?
Pareciera por el comportamiento del Ministerio de Hacienda y sus cómplices en la Asamblea Legislativa, que estos deciden a qué pondrán nuevos impuestos sin pensar en las implicaciones de sus acciones más allá de lo que pudiera producir lo que proponen en ingresos frescos. No les importa si terminan siendo codependientes y que pudieran terminar creando distorsiones en la actividad normal de los habitantes.
Dirán los de la tesorería: ¿Cómo vamos a invertir en un tren eléctrico que provoca más gastos y reduce el consumo de diésel que paga impuestos?

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