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Estonia, el pequeño país que tiene mucho que enseñarnos

Natalia Díaz natdiaquin@gmail.com | Jueves 04 octubre, 2018


Estonia, el pequeño país que tiene mucho que enseñarnos

La vida independiente de Estonia es de apenas 26 años, pero en ese corto lapso ha logrado avances increíbles en materia de tecnología que hoy la colocan como el “Silicon Valley europeo”.

En 1992 el primer ministro, Mart Laar, de 32 años, inició la transformación de Estonia en una de las economías más abiertas y dinámicas del mundo. Hoy se ubica en el top 10 de los países más libres del mundo, según el Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage. ¿Cómo pasó este pequeño territorio báltico de ser parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a convertirse en el primer gobierno digital del mundo?

El éxito de este país se basa en gran parte en algo sencillo: un Estado pequeño y con bajos impuestos. Algunas de las reformas realizadas por el primer ministro Laar fueron: la instauración del “flat tax”, la eliminación del control de precios y de regulaciones innecesarias y la liberalización del comercio internacional, entre otras.

En el año 2012 el primer ministro de Estonia, Jurgen Ligi, dijo en un medio de comunicación: “En una crisis (…), el sector público no puede comportarse como si todo siguiese igual que antes. Por eso hemos reducido el gasto, hemos reducido el número de empleados públicos… En el Gobierno, los ministros nos hemos bajado el sueldo un 20%…”.

Esta apuesta liberal ha sido parte del éxito de este país de cerca de 1.300.000 habitantes, quienes en la actualidad tienen acceso libre a Internet, algo impensable que pudiera suceder en su era soviética. En Estonia usted vota, paga su estacionamiento, paga sus impuestos (los cuales son muy bajos) y los niños reciben lecciones por medio de Internet.

Además, el gobierno se ha preocupado por ofrecer las mejores condiciones a los empresarios, ya que reconoce en ellos una fuente de riqueza para todos. Y algo muy importante, lo que se recauda en impuestos se devuelve en servicios de calidad.

Sobre este tema, Jurgen Ligi dijo: “Nuestro gobierno entiende que reformas así alimentan la creación de empresas. Nuestra intención es eliminar obstáculos burocráticos, por eso permitimos, por ejemplo, que una empresa quede constituida en apenas unas horas y a través de Internet, sin necesidad de trámites presenciales”.

En Costa Rica se discute un plan fiscal, cuyo 80% se enfoca en más impuestos, pero tenemos un Estado enorme que es ineficiente en el cobro de los tributos ya existentes.

Si no impulsamos un nuevo modelo de desarrollo, en menos de dos años estaremos viviendo una coyuntura similar. Ni la huelga, ni los bloqueos, ni la aprobación del plan fiscal resuelven nada en el corto plazo. Debemos pensar en la Costa Rica del futuro y no nadar contracorriente cuando países como Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, están reduciendo sus impuestos para atraer más inversión y ser más competitivos.

Creemos en facilitarles la vida a los ciudadanos y crear un ambiente amigable para la creación de negocios y la atracción de inversión. Es oportuno que nuestros gobernantes conozcan más sobre cómo algunos países han logrado alcanzar el éxito con medidas que fomentan el desarrollo, la libre empresa y el desarrollo tecnológico.

No es a través de más tributos como podemos incentivar el crecimiento económico. Mas impuestos inducirán a una recesión económica, al aumento del costo de vida, a la reducción del poder de compra del ciudadano, al empobrecimiento de la población y al aumento del índice de desempleo en el país.

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