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Más pronto que tarde

Alejandra Esquivel alejandra.esquivel.guzman@gmail.com | Jueves 31 julio, 2014


Los insto a hacer un análisis mínimo de uno a uno, para ver si realmente estamos enriqueciéndonos con las lecciones aprendidas


Más pronto que tarde

El lunes Jorge Luis Pinto transmitió una carta a la opinión pública queriendo cerrar un capítulo al que realmente ya hay que ponerle “doble paso”, pero del cual quiero partir para poner sobre la mesa este mensaje: si nos descuidamos podría florecer una cultura mediocre más pronto que tarde y la novela podría volverse película de terror.
Transcribo algunas palabras que particularmente me interesa rescatar del señor Jorge Luis Pinto: “Si ser estricto con la disciplina y no dejar nada al azar me hace una mala persona como algunos están insinuando en los últimos días, entonces lo soy ”… “Si hablar con un tono fuerte y tener carácter es ser grosero, entonces lo soy”… “La lealtad es fundamental para el trabajo en equipo y eso brilló por su ausencia en algunos de mis colaboradores”… “De nada sirve ser ‘querido por todos’ y no alcanzar los objetivos deportivos, eso no sería ético, estaría robando a todo un país necesitado de triunfos…”
Recuerdo un par de empresas en las que he trabajado donde los jefes estaban tan preocupados por socializar que no alcanzaban ni la mitad de resultados que se esperaba de ellos; también pasé por ser gerente general de una empresa en la que la atención de fondo no eran los logros que alcancé en cuestión de meses a pesar de que gerentes anteriores habían intentado alcanzar eso mismo por años: no, ellos estaban preocupados por la belleza de mi sonrisa y si tenía “disposición” o no para salir con las herederas de la empresa y escuchar sus lamentos por novios y maridos del pasado; también me han brotado canas de experiencia al sobrellevar objetivos en común con las personas más difíciles de varias empresas… ¿Adónde voy con todo esto?, bien lo decía un amigo: ¡Si uno se tirara al piso cada vez que tiene un colega o un jefe difícil, no sería posible llegar a cuartos en un mundial de lo que sea!
La mayoría de extranjeros dicen que los ticos somos permisivos hasta para formar a nuestros niños. Ni por broma se me ocurriría pensar en faltar a los derechos humanos de nadie, pero hay escenarios en los que hemos llegado a extremos al punto que resulta que ya los padres no pueden regañar a sus hijos con tono firme y muchísimo menos un colega puede pedir más colaboración de otro porque entonces resulta que están siendo víctimas de maltrato verbal y psicológico… Estimados lectores: tan malo es decir las cosas faltando al respeto del otro, como no decir ni hacer nada para encontrar las oportunidades de mejora, y peor aún: hablar y manipular a otros cuando ni siquiera está presente sobre quien que se descarga todo el voltaje de la mala fe.
Pocos dichos tan repetidos como que “perfecto no hay nadie”… pero, estimados lectores: conformarnos con menos de lo que podemos alcanzar es lúgubre y de perdedores.
Si se puede más: ¡mejor! Pero los insto a hacer un análisis mínimo de uno a uno, para ver si realmente estamos enriqueciéndonos con las lecciones aprendidas, para ver si realmente estamos valorando que la disciplina, el orden, el estudio, la firmeza de carácter, la lealtad, dan extraordinarios resultados.


Alejandra Esquivel G.

alejandra.esquivel.guzman@gmail.com
 

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