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COLUMNISTAS


No quiero hablar más del virus chino

Carlos Denton cdenton@cidgallup.com | Miércoles 06 mayo, 2020


¡Estoy cansado de hablar y pensar del Covid 19! Voy a seguir lavándome las manos 10 veces al día, y me voy a distanciarme de los demás. Voy a respetar todas las reglas sanitarias y creo en el Dr. Daniel Salas y sus programas para contener a la enfermedad. Pero ya quiero enfocar mi atención en otras cosas “importantes.”

Quisiera entender porque hay diputados “independientes” en la Asamblea Legislativa. Nadie votó por ellos; me parece que deberían ser removidos de inmediato. Igual que todo el mundo, cuando marqué la papeleta para legislador no había ningún nombre o foto de personas; me obligaron a votar por un partido político. Los “independientes” no representan a nadie y su presencia es inconstitucional.

Tomando en cuenta que hay mucha pobreza en el país, y se ha acentuado el problema recientemente, quisiera entender porque se paga el precio más elevado en el hemisferio por un kilo de arroz. En Costa Rica el kilo cuesta el doble de lo que vale en México o Colombia. ¿Cuál es la idea de obligar a los más necesitados costarricenses a pagar tanto por el producto alimenticio que más comen?

¿Por qué tenemos una religión oficial? Admito que pienso en este tema especialmente cuando veo las caras felices de los padres de los niños producto de fertilización en vitro. Hay siete países, uno siendo el Vaticano, que tienen al catolicismo como la oficial. Por lo menos si diera ayuda monetaria la iglesia católica frente a los problemas nacionales pudiera entenderse esta relación. Los templos católicos no pagan impuestos territoriales mientras que los evangélicos sí tienen que remunerar a los gobiernos locales. Se justifica este trato diferenciado por la relación “oficial.” ¿Por qué?

¿Por qué mantiene Costa Rica embajadas en 45 capitales nacionales en el exterior, pero solo hay 37 embajadas de otras naciones en San José? Por ejemplo, el país mantiene una embajada en la India; aquí no hay representación similar. Igual en el caso de Kenia y otros. Si el país no es lo suficientemente importante para merecer una embajada de esos y otros países, ¿Por qué tiene Costa Rica un embajador en sus capitales? ¿Necesitamos tantos embajadores, muchos que no son de carrera diplomática?

Hay otros temas no tan importantes que me surgieron con el confinamiento y que merecen respuesta. Por ejemplo, realmente ¿fue inventado el gallo pinto como platillo en Costa Rica o en Nicaragua? ¿Por qué es que Costa Rica y Panamá son los únicos dos países del mundo que consumen el pejibaye (pibá en el país canalero)? Los nicaragüenses consideran esta fruta como “comida de chancho.”

Por el otro lado hay temas tan profundamente importantes que no se pueden tratar en un escrito como este. Por ejemplo, ¿Saprissa o La Liga? ¿Disney World o Disney Land? ¿La mejor playa en todo el territorio nacional?

En el confinamiento de este fin de semana voy a abocarme a buscar respuesta a estos temas y dejar de ser “virólogo” o “epidemiólogo” aficionado.

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