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Si por la víspera se saca el día…

Iris Zamora iriszamora4@gmail.com | Lunes 05 junio, 2017


Suelo disfrutar mucho los minutos previos al ingreso a la cabina de 89.1 FM, donde realizamos Cubases Tiernos. El comedor es el sitio en que suelen encontrarse para desayunar opíparamente, un buen número de jóvenes que trabajan en el grupo CRC. Ellos hablan de los temas internacionales con sincera preocupación; claro, con el lenguaje que les es propio. A veces me hacen reír en solitario. Son bulliciosos, ingeniosos, y divertidos, como suele ocurrir cuando la gente joven se amontona alrededor de sus alimentos.

¡Aguavame, punto com! Así de sencillo, calificaron la decisión del presidente Donald Trump de abandonar los compromisos ambientales que suscribió EE.UU., en la Cumbre de París.

No deben asombrarnos las actuaciones del Presidente de Estados Unidos, hasta ahora ha sido consecuente con sus compromisos de campaña.

Unos 195 países, entre ellos EE.UU., China, los mayores contaminadores del planeta (40% de las emisiones lo producen ellos) suscribieron el acuerdo que tiene como propuesta: “Mantener la temperatura media mundial por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales”.

El compromiso de París (4 noviembre 2016), liderado por la costarricense Christiana Figueres, es vinculante; se establecieron estrategias de supervisión para comprobar que los países cumplan con el compromiso adquirido. Cada nación definió sus propias metas.

¿Se puede “salir“ Estados Unidos de los acuerdos de París?... Sí, claro que puede; existe un mecanismo para hacerlo. El artículo 28 del texto suscrito en París, lo autoriza. Hasta 2019 EE.UU. no podrá solicitar su retiro, quedó establecido que será tres años después de la entrada en vigencia el Convenio. Además EE.UU. deberá enviar la decisión al Secretario de Naciones Unidas un año después. Podríamos argumentar que no le alcanzará al presidente Trump su mandato para hacer efectiva su deplorable decisión, sin embargo luego del proceso en que fue electo, no apostaría a que los norteamericanos le nieguen la reelección.

Así planteada la realidad, las posibilidades de la ejecución de una política mundial que salve al planeta del clima extremo, o el deshielo de los casquetes polares, o del aumento de desiertos, o de la extinción de miles de especies de flora y fauna, o la propagación de plagas a la agricultura que alimenta a la humanidad, o la aparición de enfermedades que pueden afectar a millones de seres humanos, sumadas las consecuencias del aumento del nivel del mar, provocando inundaciones o desaparición de algunas ciudades; se ha debilitado.

Decisiones esperanzadoras como las de COP21, nos hicieron soñar con ser carbono neutral antes de que termine el siglo. Lamentable la decisión adoptada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, argumentando que ese convenio es “malo” para los estadounidenses, porque provoca pérdida de empleo ya que impide la expansión industrial, nos obliga a poner los pies sobre la tierra.

La decisión del presidente Trump coloca a EE.UU., en el grupo de los que no firmaron el acuerdo de París sobre Cambio Climático; ingresa al “selecto” grupo de Nicaragua y Siria.

Para 2025 Estados Unidos, liderado por el presidente Obama, se comprometió a reducir las emisiones un 26%. Debemos recordar que cada país asumió libremente, un compromiso en esa reducción de las emisiones de los gases efecto invernadero.

Los intereses económicos, que han hecho un lobby permanente contra los Acuerdos de París, han ganado la semana pasada. Sin embargo, grandes conglomerados, poco más de mil empresas estadounidenses, entre ellas Exxon, IBM, creen que los compromisos adquiridos en noviembre anterior, deben continuar. El fundador de Tesla, Elon Musk, renunció al consejo de asesores del presidente Trump, y dejó en su cuenta de twitter un claro mensaje “El cambio climático es real. Dejar París no es bueno ni para EE.UU., ni para el mundo”. El Alcalde de N.Y. Bill de Blasio, junto gobernadores demócratas que representan más de 100 millones de estadunidenses, han insistido en que, en sus estados y ciudades, se mantendrán los compromisos ambientales firmados por la administración Obama, en París
Tampoco es la primera vez que Estados Unidos abandona la tesis de sostenibilidad ambiental, también otro republicano, el presidente George W. Bush, se negó a firmar el Protocolo de Kioto, en 2005, con similares argumentos a los del mandatario Trump. Los esfuerzos de investigadores, científicos, ONG y líderes mundiales no se detuvieron entonces, y no lo harán ahora. Sin embargo la ausencia del liderazgo de Estados Unidos, como el que tuvo el presidente Obama, es un duro golpe a esta estrategia mundial.

¿Flexibilizarán otras naciones sus compromisos luego de que el poderoso Estados Unidos dio un paso de costado? Lo alentador es que China ha señalado que “El futuro bajo en carbono es imparable”. Confiamos en que la India, Rusia, los países de la Zona Euro, y todas las restantes naciones esta vez, privilegien la vida de todas las especies en la tierra, por sobre los bolsillos llenos —¿Cajita blanca para mí, como diría el Machaco?... Hemos construido la sociedad del tener, no nos extrañe que las metas propuestas en París se debiliten, sin embargo la evidencia del cambio en los valores éticos de la sociedad mundial, también es una realidad, a la que nos aferramos las idealistas.

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