Sobreendeudarse es un problema personal y social
Miguel Angel Rodríguez marodrige@gmail.com | Lunes 22 julio, 2019
El endeudamiento personal es un instrumento muy eficiente para paliar situaciones difíciles que se le presentan a uno en la vida (enfermedades, accidentes, pérdida de la fuente de ingresos, etc.); para poder adelantar el disfrute por el uso de bienes de consumo duradero (una casa, un carro, utensilios de uso en el hogar que nos duran varios años) y para financiar una actividad productiva (comprar una empresa, acciones, equipo, inventarios para el comercio, estudiar). Incluso -si se hace muy prudentemente- le permiten a uno disfrutar de un gasto excepcional como un viaje o una vacación, que tiene un costo relativamente alto para los ingresos mensuales y que podemos asumir en pagos parciales durante un tiempo.
Pero el endeudamiento puede representar una calamidad para una familia, si se lleva a niveles muy altos con respecto a su ingreso normal. En este caso lo llamamos sobreendeudamiento.
Y es fácil que esa circunstancia se dé.
Oí a mi querida y apreciada amiga Roxana Víquez comentarlo en Hablando Claro, el programa de Vilma Ibarra.
Una persona empieza su vida laboral. Todavía vive con sus padres y el ingreso inicial es un plus muy importante. Ayuda con algunos recursos a su familia, y tal vez asume pagar las cuotas por la compra de algún bien de consumo duradero. Con unos meses de trabajo ya califica para una tarjeta de crédito y empieza a usarla.
Un poco después ya califica para un crédito mayor. Empieza a vivir por su cuenta y ya llena el límite de su tarjeta. Incurre en créditos comerciales para equipar su nuevo hogar. Otra entidad financiera le compra el saldo de su tarjeta y le aumenta el límite de crédito. Claro mantiene su tarjeta anterior ya con saldo cero. Las cuotas que debe pagar mensualmente se multiplican.
Compra una casa, o un carro. Y el monto total de las cuotas que paga, sigue aumentado. En poco tiempo, si no tiene cuidado, ya los pagos por deudas consumen una buena tajada de sus ingresos ordinarios. Se estima que no debería usar para eso más de un 30 o 35 % de su salario. Conforme esos pagos aumentan, los ingresos líquidos se van haciendo insuficientes para mantener su nivel de consumo.
Según el Fondo Monetario Internacional Costa Rica es el tercer país con mayor de los hogares en relación al PIB (Chile 42 %, Panamá 38 %, Costa Rica 35 %).
Hace un año La Nación informó: “En el 2017, la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF) señaló que 1,2 millones de personas están endeudadas con un promedio de 5 créditos y un saldo de ¢12 millones cada una. El Ministerio de Economía, Industria y Comercio también alertó sobre el crecimiento del endeudamiento, especialmente con tarjetas de crédito, el cual se ha duplicado desde el 2010; pasamos de tener 1.326.754 tarjetas de crédito a 2.744.145 en el 2018, lo cual representa ¢1,2 billones.”
La investigación Encuesta Actualidades 2017 de estudiantes de la Escuela de Estadística de la UCR encuentra que un 40% de las personas deben dedicar más de un 40% de su ingreso al pago de sus deudas, pero solo un 9,5% se consideran que están demasiado endeudas (porcentaje incluso inferior al 16% que están morosos en sus pagos).
Un estudio de Ronulfo Jiménez y de Andrés Retana que compara los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de 2004 y 2013 indica que el porcentaje de hogares con al menos algún tipo de deuda subió de 58,5 a 68,9 durante ese período. La principal fuente de crédito según ese trabajo son las empresas comerciales, y las tarjetas de crédito ocupan el tercer lugar después de otros créditos de entes financieros no destinados a vivienda.
El endeudamiento de los empleados públicos parece ser mucho más elevado, probablemente por la mayor seguridad para los acreedores por contar con pagos automáticos por parte del gobierno sobre esos créditos. Los acreedores tienen mejor garantía y prestan más, pero los deudores fácilmente quedan con muy bajos recursos después de los pagos mensuales por sus deudas. Datos del Ministerio de Educación Pública, indican que el 60% de los 84.322 funcionarios del MEP tienen comprometido al menos el 50% de su salario, y que de ellos 18.701 tienen un ingreso neto mensual menor al 20% de su sueldo
El estudio de Jiménez y Retana enfocado sobre familias y no sobre personas muestra un nivel mucho menor de endeudamiento. La diversidad de resultados sobre el tamaño del problema indica la conveniencia de que CONASSIF realice un estudio minucioso sobre los niveles de sobrendeudamiento de las familias. Si el resultado confirma que hay un problema serio en este campo, se deberían revisar las medidas existentes para evitar efectos negativos sobre el sistema financiero, requiriendo reservas adicionales de los entes que concedan préstamos en esas condiciones.
En muchos casos la adquisición de bienes en exceso es una respuesta a las carencias afectivas o emocionales de las personas. Por eso en adición a los programas de educación financiera para que las personas podamos manejar mejor nuestras finanzas, es muy conveniente que los programas de salud mental informen sobre las condiciones sicológicas que puedan estar motivando un consumismo peligroso para la estabilidad financiera de los hogares. PENIEL es una institución que podría ser de inmensa ayuda para personas que deban vencer una tendencia al sobreendeudamiento.
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