Estrangular finanzas del narco es vital para frenar inseguridad, según criminóloga Tania Molina
Hay que tener cuidado para no suscribir populismo punitivo
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Viernes 20 octubre, 2023 12:57 p. m.
En medio de la ola de violencia que ha generado la guerra entre bandas de narcotraficantes, es vital tener cuidado para no caer en ideas populistas, de acuerdo con Tania Molina, consultora de criminología y seguridad.
Sin embargo, la experta sí considera que la ley debe ser más estricta con las personas reincidentes y que no se puede justificar que un integrante de una banda narco con antecedentes homicidas ande libre.
Sin embargo, Molina asevera que esta política solo mitiga el problema y que la verdadera estrategia está relacionada con “estrangular las finanzas del narcotráfico.".
¿Cree usted necesario hacer más estrictas las leyes en torno al otorgamiento de beneficios carcelarios y medidas cautelares?
Lo primero es que hay que tener cuidado para no suscribir populismo punitivo. El análisis debe partir de propuestas objetivas y evitar caer en un exceso de reformas y leyes.
Dicho esto, debo señalar que sí creo que la ley debe ser más estricta cuando se trata de delincuentes que no son primarios; es decir, se debe dar una aplicación más estricta de la justicia cuando hay antecedentes.
Por otra parte, hay que considerar el beneficio carcelario con criterios técnicos, ya que muchas veces no se está haciendo.
El Instituto Nacional de Criminología son reuniones de comisiones que involucran coordinadores de distintas áreas del sistema penitenciario y ellos emiten criterios, pero no son emanados por profesionales en criminología y eso debe modificarse.
El sistema de justicia debería ser más cuidadoso a la hora de otorgar beneficios carcelarios y cumplir siempre que estos beneficios estén ligados siempre a criterios técnicos criminológicos. Hoy día se toma en cuenta a orientadores, psicólogos y forenses, pero no a los verdaderos especialistas.
Lo que se debe hacer es reformar la ley para que a la hora de otorgar beneficios, haya criterios del Ministerio, el Instituto de Criminología y la participación del juez de ejecución penal, y no solo del Ministerio de Justicia.
¿Cree usted que esta medida sería fundamental para frenar el narco, el crimen organizado y sobre todo el sicariato?
Es un elemento más, pero no es el único. Hay que hacer un análisis sobre la reincidencia y tener evidencia de su verdadero impacto.
Si usted está dentro de una organización de crimen organizado y usted está en el narco y es parte de una red que ejecuta homicidios, no debería estar en la calle con ningún beneficio, por lo que pienso que esta medida sí podría mitigar los homicidios.
Sin embargo, quiero aclarar que esto no significa que los homicidios vayan a detenerse con esta medida. Hay que tener claro que desde la cárcel, estas bandas criminales siguen cometiendo homicidios y operando desde allí, y que también automáticamente los sicarios y narcotraficantes que están en la cárcel son sustituidos por otras personas en la calle. Por eso le digo que es una solución que mitiga el impacto del crimen, pero no lo detiene del todo.
¿Qué se debería hacer entonces?
Hay que estrangular las finanzas de los narcotraficantes, eso los mueve a ellos y determina su mundo. Si no estamos pensando en una ley de extinción de dominio, de nada sirven las sanciones y las reformas. Este es el punto medular en la lucha contra el narcotráfico.
Se requiere de armas legales que permitan un decomiso ágil de los bienes y los dineros provenientes de esta actividad ilícita.
Al establecer una mano dura en este aspecto, ¿se corre el riesgo de promover hacinamientos en las cárceles?
Sí, claro, totalmente. Obviamente el impacto es paralelo, y el país no está preparado para atender este tema, ya que el hacinamiento se dispararía. Hemos conocido de privados de libertad que hoy duermen a la par de la taza del baño porque no hay espacio.
En ese sentido, el Ministerio de Justicia tiene que garantizar el respeto de los derechos humanos. Cuando una persona pierde la libertad, lo que pierde es la libertad de tránsito y por ello, no podemos permitir que duerma en el piso.
