Inflación, tasas de interés y tipo de cambio afectarían crecimiento
Laberinto repleto de espinas espera a nuevo presidente en materia económica
A nivel mundial la crisis de contenedores y complicaciones en EE.UU. afectarían inversión y nuevos empleos
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 07 febrero, 2022
Sin importar quién termine ganando las elecciones, el nuevo mandatario tendrá que enfrentarse a un serio problema económico local y de paso, luchar contra las adversidades que se generarán en una coyuntura mundial complicada y alicaída por la pandemia.
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Disminuir el desempleo que afecta a más del 13% de la población, bajar los elevados índices de pobreza -un cuarto de la población nacional – y generar riqueza para promover la industria, el comercio y sostener el pesado costo del Estado, serán las grandes metas de la nueva administración a partir de mayo, quien tendrá que recorrer un laberinto repleto de espinas en materia económica.
“El próximo gobierno debe fomentar el crecimiento económico, pero no cualquiera, sino uno inclusivo, que genere trabajo decente para toda la población y para todas las regiones del país, de forma tal que se logre reducir la pobreza y la desigualdad”, aseguró Roxana Morales, economista de la Universidad Nacional.
Para la analista, el modelo de atracción de inversión extranjera para zonas francas no ha sido exitoso para resolver el problema socioeconómico del país, ya que miles de personas desempleadas no tienen las capacidades técnicas para insertarse en los puestos laborales que demandan esas empresas y por ello, la pobreza y el desempleo persisten.
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Para este 2022, la economía crecerá a un ritmo de 3,6% del PIB, lo cual, es muy conservador para lograr una verdadera reactivación económica con índices sostenidos de 5% o 6% del PIB durante varios años.
En ese sentido, el nuevo presidente tiene que enfocar todas sus energías en acelerar la economía, generar confianza de los inversionistas, capacitar a la mano de obra y mejorar el clima de negocios, eliminando trabas y ofreciendo beneficios. Todo ello, de manera urgente.
“Para que la recuperación sea más rápida se requiere de acciones del próximo gobierno que se ajusten a
trabajos con horarios más flexibles, la fusión de instituciones para recortar el gasto público, optimizar los procesos productivos reduciendo los costos de la electricidad y los combustibles y promover la ley de empleo público ya”, aseguró Daniel Suchar, analista financiero.
Otro de los retos que tendrá el nuevo mandatario, es reducir la presión que generará el tipo de cambio y la crisis de contenedores.
Se trata de factores externos que aumentarían el costo de vida en Costa Rica, a la vez que le meten una zancadilla al proceso de recuperación económica, afectando la generación de empleos y por supuesto la reducción de la pobreza.
A ello, habría que agregarle el aumento de tasas de interés en Estados Unidos, país que también reportó la inflación más alta de los últimos 40 años.
“Si la presión externa complica el entorno económico nacional, el Banco Central tendría que utilizar la tasa de política monetaria para evitar un crecimiento de la inflación en Costa Rica más alto de lo proyecto en 3%”, dijo Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central, durante la presentación del programa monetario.
Sin embargo, esto tendría un costo de oportunidad, ya que esto provocaría que las tasas de interés de los préstamos en colones tiendan a subir, lo que también pasaría si la Reserva Federal de los Estados Unidos decide aumentarlas. Costa Rica se verá obligada a hacerlo también, de lo contrario podría generarse una fuga de divisas (dólares) y crearía más presiones para que el tipo de cambio suba.
“La Reserva Federal finalizará su compra de activos en marzo y sus miembros esperan un promedio de tres aumentos de tasas en el 2022, mientras que el mercado anticipa cuatro”, confirmó Melvin Garita, gerente general de BN Valores.
Cualquier cambio que tome Estados Unidos hará que el tipo de cambio también suba, tal y como se reportó en el 2021 cuando se registró un incremento anual de 4,4% y de 12,4% si se compara con febrero del 2020, cuando inició la pandemia.
Para controlar el alza, el Banco Central participó en el mercado cambiario para evitar movimientos abruptos en el tipo de cambio y vendió $35,8 millones por operaciones de estabilización, monto menor a los $279,6 millones que requirió en el 2020) y si fuera necesario intervendría en este año.
Para concluir, es necesario asegurar que el próximo gobierno tome muchas decisiones en materia económica que pasarán por la Asamblea Legislativa, muchas de ellas forman parte de los compromisos con el Fondo Monetario Internacional, por lo que, deberá establecer un proceso de diálogo y negociación compleja con los partidos políticos que lleguen a Cuesta de Moras.