Tasas quedarán en el suelo
Fabio Parreaguirre fparreaguirre@larepublica.net | Miércoles 13 julio, 2016
Las tasas de interés de los bonos a nivel internacional se mantendrán bajos, quizás por varios años, incluso han llegado a ser negativas en algunas partes de Europa y Asia.
En Estados Unidos, la tasa de los bonos a diez años es la más baja de la historia, con un rendimiento del 1,36%, cuando a inicios de milenio eran cercanas al 5%.
Hoy el mercado de valores es una locura a nivel internacional, los índices accionarios pueden subir y bajar por cualquier razón o incluso, sin motivo aparente.
“A primera vista, dan a entender que el dinero inteligente espera que la inflación siga siendo extraordinariamente baja en los próximos años, y que el crecimiento se mantendrá tan débil que los bancos centrales no serán capaces de elevar las tasas en años”, indica una publicación del New York Times de hace dos días.{l1}por_que_todos_deberian_subir_las_tasas_empezando_por_la_fed{/l1}
La tendencia se aceleró luego de la votación del Brexit del 23 de junio pasado, incluso los intereses a largo plazo en Estados Unidos alcanzaron niveles récord la semana pasada, siendo las más bajas de los 227 años de historia de tasas en ese país.
Los precios al consumidor de Estados Unidos subirán solo alrededor del 1,4% al año hasta 2021, y solo un 1,5% en los cinco años siguientes a ese periodo, indican los especialistas del banco alemán.{l2}bonos_del_tesoro_de_eeuu_estan_cerca_de_record_historico{/l2}
Esto es algo que no solo sucederá en Estados Unidos, donde es poco probable que la Reserva Federal encuentre condiciones que justifiquen un aumento en los intereses en el resto de 2016, también la probabilidad de subir las tasas en 2017 es de un 50%.
Al otro lado en otras grandes economías las señales enviadas por los precios de los bonos son aún peores.
Títulos a diez años están ofreciendo tasas de interés negativas en Alemania, Japón, Suiza, Dinamarca y, a partir del cierre del viernes, los Países Bajos.
Eso significa que los compradores de estos títulos tendrán menos euros, yenes, francos suizos o coronas danesas de lo que invirtieron, un desarrollo sin precedentes en cientos de años de historia financiera de estos países.